Según los investigadores, todos son discípulos de Najmuddin Ahmad Faraj, llamado molá Krekar, un predicador fundamentalista kurdo iraquí de 59 años instalado en Noruega desde 1991.
“La importancia de esta operación es la de haber desmantelado una célula integrada que incluía Italia pero también Reino unido, Noruega, Finlandia, Suiza y Alemania”, dijo a la prensa el comandante Giovanni Governale, un responsable del grupo de operaciones especiales (ROS) de los carabineros italianos.
La red se comunicaba a través de plataformas pocos conocidas en internet que las autoridades consiguieron interceptar para impedir así el “proceso de reclutamiento y envío de combatientes al extranjero”.
Según Governale, el grupo quería seguir enviando combatientes al extranjero y quería cometer atentados, en particular para intentar liberar a su jefe.
En Noruega el molá Krekar está considerado una amenaza para la seguridad nacional y en 2003 se decretó su expulsión, que todavía no se ha podido ejecutar por la falta de garantías sobre su seguridad en Irak, donde está condenado a muerte.