En uno de los casos recogidos por el citado periódico británico, una adolescente de 14 años persuadió a un niño para que éste fotografiara sus genitales y compartiera la imagen, que luego circuló por las redes.
En otro caso, una niña considerada vulnerable fue persuadida por otros menores en las redes sociales para que enviara imágenes sexuales de sí misma mediante la aplicación Snapchat, que muestra mensajes de manera momentánea antes de desaparecer.
No obstante, en ese episodio concreto, uno de los alumnos guardó una de esas imágenes y la distribuyó por todo el colegio.
El estudio, realizado por la organización NASUWT —uno de los mayores sindicatos de enseñanza de este país— encontró que la mayoría de niños que intercambia contenido sexual en teléfonos móviles, tabletas u ordenadores tienen entre 13 y 16 años, pero también halló que una minoría sustancial está formada por alumnos de escuelas de primaria.
Más de la mitad de los profesores encuestados reconocieron tener constancia de las actividades de sus estudiantes de intercambio de mensajes, fotografías o vídeos de naturaleza sexual.
“The Times” indica que estos hallazgos añadirán presión al Gobierno de David Cameron acerca de la necesidad de introducir clases obligatorias sobre sexo y relaciones, en las que se incluya un apartado dedicado a la seguridad en internet.
A comienzos de este mes, este mismo periódico lanzó una campaña de llamamiento a una educación sexual universal en la que se incluyeran enseñanzas específicas sobre los riesgos del llamado “sexting” , el envío de mensajes por móviles de contenido sexual.
Según este diario, un tercio de esos casos de “sexting” registrados en las 50 mayores escuelas de secundaria del país involucraron a menores de 12 y 13 años.
En cambio, el nuevo estudio halló casos más alarmantes en los que hay implicados niños mucho menores, de apenas 7 años.