Y es precisamente el gobierno de Estados Unidos quien desde 2019 –antes de la primera detención fallida de Guzmán López– dio a conocer una acusación en contra de Ovidio y su hermano Joaquín Guzmán López, como parte del caso 1:18-cr-00081-RC, radicado en la Corte de Distrito de Columbia, Washington.
La acusación, revelada por el Departamento de Justicia, señala a Ovidio Guzmán y su hermano Joaquín de conspirar y distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana en Estados Unidos. En la acusación el gobierno estadounidense advirtió a los acusados que buscaría confiscar todo tipo de bienes obtenidos como parte del tráfico de drogas.
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Estados Unidos refirió que Ovidio Guzmán López –hoy detenido y puesto a disposición de las autoridades mexicanas en la Ciudad de México– y su hermano habrían ingresado droga a ese país aproximadamente desde abril de 2008 hasta la fecha de la acusación, es decir, 2019, ayudados por “otros conocidos y desconocidos para el Gran Jurado”.
La acusación indica que Estados Unidos decomisará también “todos los bienes utilizados o destinados a ser utilizados de cualquier forma o parte para cometer y facilitar la comisión de dicho delito (distribución de cocaína, metanfetamina y marihuana)”.
“Si alguno de los bienes decomisables antes descritos, como resultado de cualquier acto u omisión de los demandados: no puede localizarse mediante el ejercicio de la debida diligencia; ha sido transferido o vendido a, o depositado con, una tercera persona; se ha colocado fuera de la jurisdicción de la Corte; ha disminuido sustancialmente su valor; o se ha mezclado con otros bienes que no pueden subdividirse sin dificultad”, agrega, se buscará “el decomiso de cualquier otra propiedad de dicho Demandado hasta el valor de la propiedad confiscable anterior”.
La acusación fue firmada por Arthur Wyatt, jefe de la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas del Departamento de Justicia de Estados Unidos y por Anthony Aminoff, abogado litigante de la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas División criminal del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Ovidio Guzmán López fue capturado el 17 de octubre de 2019 en Culiacán, Sinaloa, sin embargo, el grupo de sicarios que responden a su órdenes generó disturbios, balaceras y bloqueos con automóviles incendiados de población civil, por lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó la decisión de que el hijo de “El Chapo” fuera liberado para evitar poner en riesgo a la ciudadanía, en lo que resultó un fallido operativo.
Este jueves el general secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, informó que el operativo de este jueves –ejecutado de madrugada, a diferencia del de octubre de 2019– fue planeado durante 6 meses de trabajo de inteligencia y de campo que permitieron identificar la zona de influencia de Ovidio Guzmán y su grupo delictivo.
Como aquel 17 de octubre de 2019, la detención del hijo de “El Chapo” provocó bloqueos de carreteras y avenidas con vehículos incendiados, incluso balaceras en los aledaños del Aeropuerto de Culiacán, donde los disparos alcanzaron un avión de la aerolínea Aeroméxico, que no dejó personas lesionadas.
Ovidio Guzmán López fue trasladado en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana a la Ciudad de México, donde será puesto a disposición de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO). Hasta ahora no se conocen más detalles sobre su detención o si será puesta a disposición de las autoridades estadounidenses que lo buscan por tráfico de drogas en ese país.
* En alianza con Forbes México, artículo de Israel Zamarrón