Ahora que las cosas parecen calmarse, aquí hay un vistazo a lo que sabemos sobre la situación.
¿Qué pasará con Prigozhin?
Hasta el martes por la mañana, las fotografías más recientes publicadas de Prigozhin lo mostraban sonriendo ante los espectadores el sábado mientras era transportado fuera de Rostov del Don, la ciudad del suroeste de Rusia sobre que Wagner había querido controlar.
En el momento en que se tomaron esas fotos, se esperaba que fuera a Bielorrusia en virtud de un acuerdo anunciado por el líder autoritario de ese país, el presidente Alexandr Lukashenko, un leal aliado de Putin.
El martes por la tarde, Lukashenko dijo que Prigozhin, un multimillonario y antiguo amigo de Putin, había llegado al país.
Sin embargo, se desconoce mucho sobre el futuro inmediato de Prigozhin, sobre todo dónde vivirá, si podrá viajar libremente dentro o fuera de Bielorrusia y cuánta influencia podrá ejercer sobre Rusia como figura política.
Quizás lo más importante es que no está claro cómo evolucionarán sus relaciones con Rusia y con Putin. Algunos aliados anteriores de Putin que tuvieron problemas con él se han enfrentado a la ira de los servicios de seguridad de Rusia.
Tampoco está claro qué papel se le permitirá desempeñar a Prigozhin como líder del Grupo Wagner, a cuyos combatientes también se les ofreció la entrada a Bielorrusia.
¿Qué pasará con Wagner?
Por lo general, fomentar la rebelión sería peligroso en la Rusia de Putin, donde incluso los actos más modestos de disidencia son severamente castigados. Pero las autoridades rusas dijeron el martes que los cargos de “motín armado” contra Prigozhin y los mercenarios se retirarían como parte del acuerdo con Lukashenko.
El domingo, los medios de comunicación estatales rusos informaron que las tropas de Wagner habían regresado a sus campamentos en Lugansk, Ucrania, la región oriental que Rusia ocupa en gran parte y que se anexó ilegalmente el otoño pasado. Al mismo tiempo, Lukashenko dijo el martes que ofrecía a los combatientes de Wagner una base para usar en Bielorrusia, aunque no estaba claro en qué términos se había hecho la oferta, cuántos de los mercenarios la aceptarían o qué harían allí.
Putin había dicho antes del intento de levantamiento que todas las unidades irregulares que luchan en Ucrania, incluido Wagner, tendrían que firmar contratos con el Ministerio de Defensa de Rusia, una medida que Prigozhin citó el fin de semana como una motivación fundamental para su rebelión.
Tomando eso en cuenta, no está claro qué tan rápido, o incluso si es posible que el Ejército de Rusia pueda absorberlos en sus filas,lo cual pone en duda la voluntad de los combatientes de Wagner de servir y potencialmente morir bajo la nueva estructura oficial.
Solo cuando regresen al combate en Ucrania será posible evaluar su moral e impulso constante. Algunas tropas ucranianas han considerado que los combatientes de Wagner son los mejor equipados, más motivados y tácticamente más agresivos en todas las fuerzas rusas.
Lea también en PL Plus: ¿Cuánto ganan algunas nuevas profesiones que surgieron con la tecnología?
Y Ucrania es solo una parte de la cartera de Wagner. El grupo opera en República Centroafricana, Malí y Sudán, y en cada país ha ofrecido asistencia militar a cambio de pago, en parte con acceso a los recursos naturales de esos países. En Malí, la evidencia sugiere que participaron en una masacre de civiles el año pasado, mientras que en República Centroafricana son acusados por The Sentry, un grupo con sede en Washington que busca exponer la corrupción, de posibles crímenes de guerra.
Wagner parecía operar en África en beneficio del Kremlin, y no está claro si ahora seguirá adelante con sus contratos en el continente o se retirará.
¿Putin se fortaleció o se debilitó?
No faltan los expertos que dicen que Putin es una figura disminuida debido al levantamiento, que fue quizás la mayor amenaza a la seguridad pública de su gobierno en más de dos décadas. Los analistas señalan que, para un líder que procura proyectar dureza, la promesa que hizo el sábado de llevar a los mercenarios ante la justicia, solo para llegar rápidamente a un acuerdo en el que aparentemente evitarán el enjuiciamiento, terminó por ser un descenso notable.
Pero desde entonces, Putin ha tratado de proyectar unidad y fuerza. El lunes, calificó a Prigozhin de traidor y dijo que el Estado ruso se había consolidado “en todos los niveles” contra el levantamiento. El martes, Putin agradeció al Ejército ruso por haber “esencialmente detenido una guerra civil”.
No está claro cómo podría manifestarse cualquier debilitamiento potencial del control del poder de Putin, o qué tan rápido y en qué manera podría presentarse cualquier desafío a su autoridad.
¿Cómo afectará esto a la guerra en Ucrania?
Como mínimo, el grupo de Wagner se ha enfrentado a unos días turbulentos. Y para las fuerzas armadas de Ucrania, cuya contraofensiva está cobrando fuerza, eso es positivo.
La pregunta es cuánto puede capitalizar Ucrania cualquier signo de vacilación en la moral del grupo Wagner. El hecho de que algunas tropas de Wagner pasen a estar bajo mando militar ruso a partir del 1 de julio podría sacudir la organización, al menos a corto plazo.
Luego está la cuestión de qué sucede con la fuerza de los combatientes de Wagner en el campo de batalla. Durante meses, los mercenarios estuvieron a la cabeza del avance de Rusia en la lucha por la ciudad de Bajmut, en el este de Ucrania, y sufrieron decenas de miles de bajas por ello.
Queda por ver si eso se puede reproducir dentro de las Fuerzas Armadas de Rusia, a quienes generalmente se les paga menos que a los combatientes mercenarios.