Rami Abdurrahman de esa organización dijo que entre los muertos había seis combatientes de la oposición. Añadió que los explosivos fueron colocados en un camión cisterna de agua o de combustible, lo que explica la magnitud de la explosión y la cifra de víctimas.
El Centro de Prensa de Azaz y otros grupos activistas dijeron que los muertos llegaban al medio centenar y que las operaciones de búsqueda y rescate continuaron durante al menos dos horas después de la explosión.
Los explosivos fueron colocados dentro de un camión cisterna, posiblemente lleno de gasolina, lo cual explica la cantidad de víctimas.
El activista Baha al-Halabi, de la provincia de Alepo que recogió testimonios en Azaz, dijo que según los testigos muchos cuerpos eran imposibles de identificar debido a la fuerza de la explosión.
Imágenes en el internet mostraban una gran columna de humo negro sobre el mercado y se escuchaban ruidos de disparos. Había cuerpos por todas partes y un hombre corría del lugar, abrazando a un niño.
Muchos rebeldes y civiles expulsados de la ciudad de Alepo durante la ofensiva del gobierno a fines del año pasado se asentaron en Azaz.
Al oeste de la ciudad, fuerzas curdas sirias controlan tierras y en ocasiones han tratado de avanzar sobre Azaz, lo que causa fricciones con las tropas turcas y sus aliados de la oposición siria.
Hacia el este, rebeldes apoyados por Turquía han obligado al grupo Estado Islámico a retroceder, han tomado tierras y avanzan sobre al-Bab, un baluarte del EI.
Nadie reivindicó el atentado por el momento.