Aún quedan 61 prisioneros en el centro de detención estadounidense ubicado en la isla de Cuba, contra 242 cuando el presidente Barack Obama asumió el poder por primera vez. El mandatario prometió entonces cerrar la cárcel en 2009.
Según un alto funcionario del Departamento de Estado que se expresó bajo condición de anonimato, doce de los liberados son yemeníes y tres afganos.
15 prisioneros fueron liberados a Emiratos Árabes Unidos
61 aún guardan prisión en la cárcel ubicada en territorio cubano
780 detenidos han pasado por esa prisión desde que fue inaugurada tras los atentados de septiembre del 2001.
Washington enfrentaba dificultades para encontrar quien aceptara a los yemeníes, que no pueden ser enviados a su país en razón de la guerra civil que se desarrolla en ese país desde 2015.
Tras su traslado, por lo general los exreclusos de Guantánamo son liberados bajo condiciones, dispositivos de seguridad y programas de reinserción, que varían según los países que los reciben.
Las liberaciones se aceleran
Un poco más temprano este lunes, Amnistía Internacional había anunciado que Estados Unidos iba a liberar a 15 detenidos, el traslado más importante realizado bajo la administración Obama, y enviarlos a Emiratos Árabes Unidos.
“Esto supone un importante rechazo a la idea de que Guantánamo va a permanecer abierta por tiempo indefinido”, dijo a la AFP Naureen Shah, director del programa de seguridad y derechos humanos de Amnistía Internacional en Estados Unidos.
Las liberaciones se han acelerado en los últimos años en función de la aspiración del presidente Obama de cumplir su promesa de campaña de cerrar una cárcel que calificó de “vergonzosa”, aun con siete años de atraso respecto a la fecha que se había fijado.
Sin embargo, es muy improbable que el mandatario logre su objetivo antes de abandonar el poder, en enero de 2017, sobre todo por las dificultades existentes para ubicar en Estados Unidos a la cincuentena de reclusos considerados no liberables.
Los republicanos, que constituyen mayoría en el Congreso, no quieren saber nada con una iniciativa de ese tipo.
Los detenidos no liberables tampoco pueden ser juzgados por un tribunal clásico, en razón de que muchos de ellos han sido torturados y/o detenidos en circunstancias no permitidas por las leyes estadounidenses.
Desde su creación, poco después de la invasión estadounidense a Afganistán de octubre de 2001, la cárcel de Guantánamo ha recibido en total a 780 detenidos.
Dick Cheney, vicepresidente de George W. Bush, había afirmado que allí debían ir a parar “los peores de los peores terroristas”.
Pero la mayoría de los detenidos no eran más que militantes de segundo nivel, cuando no personas sin vínculos con grupos yihadistas que se encontraban en el mal lugar en el mal momento en plena “guerra contra el terrorismo”.