El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, criticó este domingo a las fuerzas iraquíes y dijo que “no demostraron voluntad de luchar” cuando se enfrentaron al EI en Ramadi.
“Lo que aparentemente sucedió fue que las fuerzas iraquíes simplemente no mostraron voluntad de luchar (…). Tenemos un problema con la voluntad de los iraquíes de combatir al Estado Islámico y defenderse”, declaro Ashton en una entrevista con CNN.
Según Ashton, las fuerzas iraquíes no estaban en inferioridad numérica porque “superaban ampliamente a las fuerzas de sus enemigos”. pero aún así “fueron incapaces de combatir y se retiraron de la zona”.
El EI tomó este domingo el puesto de Al Walid, tras la retirada del Ejército y los guardias fronterizos iraquíes, tres días después de haber conquistado el lado sirio de esa frontera.
“No había apoyo militar para las fuerzas de seguridad y estas no eran suficientes para proteger el puesto”, dijo Suad Jasem, un funcionario de Al Anbar.
El auge del EI suscita dudas sobre la eficacia de la campaña aérea iniciada hace ocho meses por una coalición liderada por Estados Unidos. Los aviones de esa coalición han lanzado más de tres mil bombardeos en Irak y Siria desde agosto del 2014, y han intensificado los ataques en los últimos días.
Hay que “reforzar y acelerar el diálogo en Irak (…) y encontrar un medio para salvar al pueblo sirio, atrapado entre la tiranía del régimen y la brutalidad de los terroristas”, dijo en Doha el ministro catarí de Exteriores, Jaled Al Attiya, que negó sin embargo que la campaña aérea contra el EI sea un fracaso.
Las fuerzas iraquíes retomaron el sábado la localidad de Husaybah, a siete kilómetros al este de Ramadi. Uno de los principales líderes tribales sunitas, el jeque Rafia Abdelkarim al Fahdawi, desplegó sus fuerzas, que podrían resultar de gran ayuda para las tropas gubernamentales.
Avances en Siria
Irak debe detener al EI “antes del inicio del Ramadán a mediados de junio, porque luego el movimiento terrorista no dudará en lanzar ataques contra religiosos chiitas y civiles en Bagdad y en la ciudad santa de Kerbala”, afirma Michael Knights, del think tank Washington Institute.
Las fuerzas del gobierno del Irak también se enfrentan al EI en otros frentes, como la refinería de petróleo de Baiji, la más grande del país, a unos 200 kilómetros al norte de Bagdad, que las tropas de élite llevan cerca de un año defendiendo.
En las últimas semanas recibieron refuerzos de las Unidades de Movilización Popular, una fuerza paramilitar chiita.
En la provincia de Diyala (norte), donde las autoridades expulsaron a los yihadistas en enero, 14 personas resultaron heridas este domingo en ocho atentados con bomba.
En el frente sirio, los analistas estiman que la reciente toma de la ciudad de Palmira sitúa a los yihadistas en posición de lanzar ofensivas contra Damasco, la capital, y Homs, la tercera ciudad del país.
Este domingo el jefe del Hizbulá chiita anunció desde Líbano que su grupo combate ahora en Siria junto al ejército y pidió un frente unido contra el “peligro existencial” que supone el EI.
La comunidad internacional teme además que los yihadistas destruyan las ruinas históricas de Palmira, en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.
Asesinatos
Según la agencia oficial Saná, el grupo extremista habría ejecutado a 400 personas en Palmira, principalmente “mujeres, niños y ancianos”, un balance puesto en duda por una ONG que asegura que no murieron “más de 35 personas”.
Asimismo, el EI ejecutó este domingo en una carretera al norte de Bagdad a 16 comerciantes que transportaban alimentos entre las ciudades de Baiji, en manos del EI, y Haditha, en manos del gobierno.
El avance del EI en Siria e Irak ha obligado a decenas de miles de civiles a huir de sus casas. Al menos 55 mil personas abandonaron Ramadi y se sumaron a los más de 2.8 millones de desplazados en Irak desde comienzos del 2014.