Los judíos consideran ese promontorio, que denominan Monte del Templo, el lugar de emplazamiento de los bíblicos templos de Jerusalén, y es venerado por los musulmanes como Noble Santuario, pues alberga la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al Aqsa, esta última tercera en la jerarquía del islam.
Según informó la Policía israelí, grupos de jóvenes árabes, algunos enmascarados, se atrincheraron anoche en Al Aqsa, donde acumularon piedras, maderas y cócteles molotov para enfrentarse a los agentes e impedir las visitas turísticas que se permiten dos veces al día en la zona.
Los jóvenes tomaron la plaza central del recinto por la mañana y, cuando los policías empezaron a subir por las escaleras del norte, empezaron a lanzarles piedras, bloques de cemento, bengalas y cócteles molotov, informó el portavoz policial Miki Rosenfeld, que indicó que “varios agentes resultaron heridos.”
Cierran accesos a la explanada
La Policía cerró entonces los accesos a la explanada hasta que se restauró la calma y se volvieron a permitir las visitas.
Centenares de devotos judíos, separados por sexos, acudieron esta mañana a los rezos matutinos frente al Muro de las Lamentaciones, también conocida como pared occidental, uno de los pocos vestigios del templo que mandó construir el rey Herodes, y desde anoche epicentro de todas las plegarias y llantos de la jornada de ayuno.
Pese a la aparente calma que reinaba, de tanto en tanto podían escucharse granadas de estruendo disparadas por efectivos antidisturbios y varios agentes aún se encontraban avanzado el día en la explanada y se acercaron por la techumbre aledaña hasta Al Aqsa, donde efectuaron disparos junto a las ventanas de la mezquita ante la mirada atónita de turistas y curiosos.
El recinto es el centro espiritual de las demandas políticas de los palestinos en Jerusalén, cuya parte oriental, ocupada por Israel desde 1967, reclaman como capital de su Estado.
Grupos de extrema derecha judíos visitan en ocasiones el lugar para reivindicar su presencia y soberanía desencadenando choques con los palestinos que rezan allí.
El ministro israelí de Agricultura, Uri Ariel, del ultranacionalista Hogar Judío, visitó hoy la explanada tras haber coordinado su acceso con el Ministerio de Seguridad Interior y la Policía, informaron medios locales.
Desde ayer al caer la noche hasta que se ponga el sol hoy los judíos conmemoran Tishá Beav, literalmente la novena jornada del mes hebreo de Av.
Mes hebreo de Av
En esta fecha lloran, entre otras desgracias, la destrucción de los dos templos de Jerusalén: el construido por el rey Salomón y destruido por Nabucodonosor en el año 587 a.C., y el segundo templo, levantado por Herodes y de mayor grandeza, arrasado por las tropas del emperador romano Tito en el 70 de nuestra era.
Los más devotos permanecen 25 horas sin comer además de otras abstinencias como no beber, lavarse, perfumarse, calzar zapatos de cuero o mantener relaciones sexuales.
Por este motivo, numerosos devotos acudían hoy al Muro de las Lamentaciones descalzos o con calcetines blancos, y las mujeres hacían sus plegarias sentadas en el suelo, apenas apoyadas sobre el respaldo de una silla también volcada, o literalmente tumbadas, tradición que se sigue en los días de duelo fúnebre, símbolo de la destrucción de los templos.
Con este episodio comenzó el exilio y la dispersión del pueblo judío y una larga diáspora de 2000 años.
Las sinagogas albergan largas hora de rezos y lamentaciones (kinot), originadas en episodios históricos tales como matanzas cometidas por los Cruzados a su paso por las comunidades judías de Alemania y Francia (siglos XI-XII).
El edicto de expulsión de España en 1942, una masacre en la antigua Beitar (suroeste de Jerusalén) a manos del emperador Adriano en el año 135, un pogromo en la sinagoga de París en la Segunda Guerra Mundial, la deportación masiva del gueto de Varsovia al campo nazi de Treblinka en 1942, o el atentado contra la AMIA en Buenos Aires, ocurrieron en esta aciaga fecha del calendario hebreo.