El reporte oficial señaló que efectivos de la Fuerza Civil, el grupo de elite de la Policía Estatal, detectaron movimientos sospechosos de personas en varios vehículos en el basurero de esas localidades.
Al verificar el hecho, fueron recibidos con disparos por un grupo de supuestos sicarios, por lo que ocurrió un choque armado que se prolongó por varios minutos y que dejó la muerte de tres presuntos delincuentes.
Al hacer una inspección, fueron encontrados en el lugar dos vehículos con armas de fuego en su interior.
En la zona también fueron localizados los cuerpos de tres personas más que las autoridades suponen que fueron llevadas al lugar por dichos criminales.
Algunos de los cuerpos fueron hallados atados de pies y manos y degollados.
Las armas aseguradas y los vehículos fueron puestos a disposición de la autoridad ministerial.
Contra la delincuencia
El estado de Veracruz emprendió desde hace cinco años una lucha en contra de los grupos delincuenciales que se disputaban la región por el trasiego de drogas, extorsión y secuestro.
Al finalizar el sexenio del gobernador Fidel Herrera Beltrán (2004-2010) -según documentos de inteligencia de dependencias de seguridad, áreas castrenses, navales y de seguridad nacional-, el cartel de los Zetas mantenía el control absoluto en las siete regiones más importantes de la entidad.
Pero fue a mediados del 2011 cuando entró en la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río (la mayor zona turística del estado) el cartel Jalisco Nueva Generación, entrando en conflicto con Los Zetas.
A partir de entonces, el mapa del crimen organizado se ha modificado radicalmente.
Con ejecuciones y enfrentamientos armados, el cartel del Golfo y el cartel Jalisco Nueva Generación arrebataron la presencia de dos regiones veracruzanas y mantienen seriamente diezmada la fuerza de Los Zetas en cuatro zonas más.
En tanto, a través del operativo Veracruz Seguro, fuerzas policiales federales, estatales y castrenses, han combatido dichos grupos de narcotraficantes.