El encuentro se produjo el lunes por la noche en el aeropuerto de Phoenix (Arizona), adonde Lynch llegó en el marco de una gira por diferentes ciudades para examinar las prácticas de la policía local.
“No hubo ninguna discusión sobre ningún caso o nada parecido”, dijo a la prensa el martes Lynch, quien aseguró que ni ella ni Bill Clinton hablaron sobre la investigación abierta sobre el uso que hizo la ex primera dama y virtual candidata presidencial demócrata de un servidor privado de correo electrónico cuando era secretaria de Estado (2009-2013).
Esta investigación está encabezada por el Buró Federal de Investigación (FBI) y el Departamento de Justicia, que Lynch dirige desde hace más de un año.
“No creo que se esté enviando una señal correcta. Creo que (Lynch) debería haber evitado una breve reunión social informal con el expresidente”, consideró el viernes el senador demócrata Chris Coons en una entrevista en la cadena CNN.
Más contundente se mostraron miembros del Partido Republicano, como el senador John Cornyn, quien volvió a pedir que un fiscal independiente investigue el caso de los correos de la virtual candidata demócrata a la Casa Blanca y consideró que Lynch “tiene un conflicto de intereses”.
En contraste, otros importantes miembros del Partido Demócrata defendieron el encuentro entre Lynch y Clinton.
“Todo lo que puedo decir es que Loretta Lynch es uno de los seres humanos más destacados que he conocido”, resaltó el líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, quien aseguró que “nadie” puede cuestionar la moral de la procuradora y su respeto por el Estado de derecho.
En defensa del encuentro también salió la Casa Blanca, cuyo portavoz, Josh Earnest, aseguró que tanto Bill Clinton como Lynch “entienden lo importante que es que el Departamento de Justicia lleve a cabo investigaciones que estén libres de interferencias políticas”.
“Ella (Lynch) desde luego entiende que las investigaciones deben llevarse a cabo sin interferencia política y en consonancia con los hechos”, subrayó Earnest, quien defendió la experiencia de la fiscal general, que ha ganado fama a nivel mundial por su investigación a la FIFA por corrupción.
En sus declaraciones a la prensa el martes, la procuradora defendió que la conversación tuvo un contenido meramente “social” y se centró en los nietos del matrimonio Clinton.
La polémica sobre los correos electrónicos se desató a principios de 2015, cuando Clinton se preparaba para lanzar su carrera presidencial y los medios revelaron que había utilizado su cuenta de correo electrónico privada para asuntos de interés nacional mientras encabezaba la diplomacia estadounidense.