La operación se realizó el martes último en el centro conocido como “Despertar Espiritual” en la localidad de Tonalá, en las afueras de Guadalajara, capital del estado y a poco más de 500 kilómetros al oeste de la Ciudad de México.
El fiscal general de Jalisco, Eduardo Almaguer, dijo en Milenio Televisión que las autoridades dieron con el centro gracias a la denuncia de una mujer, quien luego de ir al lugar a recoger a un familiar la retuvieron por un tiempo y le exigieron unos US$82 para dejarlo salir.
El lugar, dijo, está compuesto por tres pequeñas casas.
Unas 13 personas permanecen retenidas mientras las autoridades investigan su posible participación en los delitos de lesiones y secuestro.
La Fiscalía estatal señaló en un comunicado que en el lugar encontraron a 11 personas que utilizaron el centro de tratamiento como escondite para evitar órdenes de aprehensión.
En México, los centros privados de atención a adictos reciben poco o ninguna ayuda estatal y varios de ellos han sido señalados de operar bajo condiciones de hacinamiento, donde además ocurren abusos.