El caso de Coronel, de 31 años y que permanece presa sin fianza desde su arresto en el aeropuerto Dulles de Virginia en febrero pasado, fue desclasificado por orden judicial unas horas antes de la audiencia en Washington DC, en la que ya se esperaba que se declarara culpable tras un acuerdo con las autoridades.
Está acusada de dos delitos de conspirar para la importación de cocaína, heroína, marihuana y metanfetamina a EE. UU. y para el blanqueo de dinero, además de otro delito relacionado con las operaciones financieras en las propiedades comerciales y residenciales del Chapo, todo ello a lo largo de su matrimonio.
La esposa del exlíder del cártel de Sinaloa, nacida en California y que tiene doble nacionalidad mexicana y estadounidense, respondió escuetamente mediante una intérprete a las preguntas del juez Rudolph Contreras sobre sus competencias y sobre el entendimiento de las consecuencias de su declaración.
El magistrado, en una vista que fue retransmitida por teléfono, fijó para el 15 de septiembre la audiencia en la que se determinará la sentencia de Coronel, que se puede enfrentar a un mínimo de 10 años de prisión y un máximo de cadena perpetua, además de varias multas, la más alta de ellas de US$10 millones, según le informó.
Los detalles
El juez le recordó a Coronel que los cargos no son fruto de un procesamiento hecho por un gran jurado y que, por lo tanto, se declaraba culpable de lo que se considera “información”, lo que le privaría del derecho a tener un juicio y “probablemente” a apelar la sentencia.
Después de una hora de intercambios, finalmente se la escuchó decir “culpable” en español tres veces, una por cada delito, y expresar un sollozo.
Según el acuerdo de culpabilidad entre Coronel y la Fiscalía publicado por la corte, se considera que esta fue una “participante mínima” en las actividades de narcotráfico, se señala su aparente “aceptación de responsabilidades” y por ello podría reducirse su pena mínima, de acuerdo a la guía federal.
Su abogado, Jeffrey Lichtman, dijo a medios locales que su clienta, que seguirá en prisión sin fianza hasta la sentencia, está “feliz de dejar todo esto atrás, seguir con su vida y volver con sus hijas” y que espera, precisamente, reducir su potencial condena gracias al acuerdo de culpabilidad.
El arresto de Coronel el pasado febrero sorprendió a muchos, ya que las autoridades estadounidenses no habían dado ningún paso al respecto dos años después de la condena de su marido pese a estar implicada en sus actividades, un pasado que hoy admitió a riesgo de compartir también futuro entre rejas.
El documento y otras evidencias
De acuerdo con la información oficial, existe un documento en el que se describen complicidades de una mujer beneficiada durante 14 años con ganancias ilícitas, producto de la venta de drogas. Además, se detalla que alguien que recibió órdenes, tuvo reuniones con criminales de jerarquía, sobornó a funcionarios corruptos y estaba consciente de su papel dentro de la organización.
Emma Coronel aceptó que recibió dinero de su esposo, que vivía y administraba los pagos efecuados por “el Chapo” Guzmán y que obtenía rentas de propiedades y negocios financiados con recursos del narcotráfico.
De acuerdo con la declaración de hechos, Coronel conocía que el Cártel de Sinaloa es un grupo criminal dedicado al negocio de las drogas con conexiones desde Colombia, a través de Centroamérica, México y con destino final a Estados Unidos. Además, se detalla que Coronel tenía en conocimiento que esas operaciones generaban millones de dólares cada año.
Según los reportes, el Departamento de Justicia insistió que Emma Coronel fue mensajera de su esposo y que eso le permitió al líder del cártel de Sinaloa, mantener control tras las rejas y continuar con el envío a EE. UU. de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana.
La fuga de “el Chapo” y la complicidad de Emma Coronel
En 2014, después de haber sido capturado y enviado al penal del Altiplano, Estado de México, Joaquín “el Chapo” Guzmán instruyó a Emma Coronel para que organizara una fuga.
De acuerdo con los reportes oficiales, ella debía contactar a integrantes del Cártel de Sinaloa, incluidos los hijos del cabecilla: Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López.
Según el documento, Coronel también debía de comunicarse con la “mano derecha” de su esposo, Dámaso López Núñez, quien había quedado al frente del cártel. Asimismo, Emma Coronel tuvo contacto con Cleto, personaje que estaba en deuda con “el Chapo” y cuyo pago se utilizaría para llevar a cabo el escape.
Cleto aportó casi US$1 millón, los cuales se los llevó a Emma Coronel en cinco entregas en efectivo, de puro efectivo como producto del tráfico de heroína.
La esposa de “el Chapo” utilizó a intermediarios y sobornó a personal del Altiplano y según reportes, ese dinero sirvió para construir el túnel y para corromper a guardias, custodios o administrativos que facilitaron la fuga de su esposo.
En sus declaraciones recientes, Emma Coronel reconoció que al colaborar con ese plan, ayudó a cumplir los objetivos del Cártel de Sinaloa.