El coloso, de dos mil 130 metros de altura y ubicado 140 km al este de San Salvador, en el departamento de San Miguel, quedó con el conducto central del cráter más abierto tras la erupción de ceniza “y los gases pueden salir con más facilidad”, según el Ministerio de Medio Ambiente.
En un breve recorrido por Las Placitas, a unos 140 km al este de San Salvador, un periodista de la AFP constató el fuerte olor del azufre que impera al pie del volcán donde los cafetales y otras plantas tienen cubiertas sus hojas de ceniza.
“Si nos vienen a evacuar tenemos que salir, es por nuestro bien”, declaró a la AFP Gloria Díaz, una mujer de 50 años quien ya había estado en un albergue de la vecina ciudad de Chinameca, al oeste del volcán.
Tras la orden emitida por Meléndez, ambulancias se aproximaban haciendo sonar sus sirenas hacia el cantón Las Placitas ubicada al pie de volcán, para luego dirigirse con la Policía y unidades del ejército a los cantones Piedrita, Las Moritas, El Conacastal y la comunidad Hércules.
“El informe del Ministerio de Salud que tenemos es que la exposición prolongada a las emanaciones de dióxido de azufre pueden provocar graves problemas de salud en los pobladores del volcán por lo que deben volver esta misma noche a los albergues”, subrayó Meléndez.
Desde el domingo, muchas de las personas habían abandonado sus casas por iniciativa propia y otras por las organizaciones de socorro, pero la mañana de este martes habían regresado para recibir el Año Nuevo en sus hogares.
Aún bajo riesgo
El Ministerio de Medio Ambiente, informó que las emisiones diarias de dióxido de azufre (SO2) “continúan elevadas”, el promedio del domingo fue de 637 toneladas, mientras que el lunes alcanzó 1.244 toneladas.
“En vista de lo anterior, se considera que se mantiene una situación de riesgo para la población que transita o habita en los alrededores del volcán de San Miguel, y no se descartan episodios eruptivos a través del cráter central o sus flancos”, consignó el informe técnico.
Además, Medio Ambiente indicó que la actividad reciente “se caracteriza por una pluma de gases con un leve contenido de ceniza”.
La pluma de gases muestra un color azul, lo cual es característico de presencia de dióxido de azufre, uno de los principales componentes del magma en los volcanes activos.
El volcán tuvo su última gran erupción en 1976. De acuerdo con los expertos, registra al menos 20 erupciones en los últimos 300 años.
