“Su situación no cambia sustancialmente, permanece en el interior del Vaticano y a la espera del desarrollo del proceso judicial” por el que está imputado, añadió Lombardi.
El sacerdote español, que fue secretario de la extinta Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA), estaba detenido en el Vaticano desde el pasado 1 de noviembre.
Está imputado junto con otras cuatro personas en el proceso que juzga el caso de filtración y publicación de información reservada, que ya se conoce como “Vatileaks2”, en referencia al juicio en el 2012 contra el mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele.
Los otros acusados que se sientan en el banquillo son la italiana Francesca Chaouqui, los periodistas italianos Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, y el colaborador de la COSEA Nicola Maio.