“Sigo con gran preocupación la situación de fuerte tensión y violencia que afecta a Tierra Santa. En este momento es necesario coraje y mucha fuerza para decir no al odio y a la venganza, y mostrar gestos e paz”, afirmó Francisco.
“Recemos para que Dios dé a todos, ciudadanos y gobernantes, la valentía para oponerse a la violencia y dar pasos concretos hacia la distensión. En el actual contexto de Oriente Medio, es más que decisivo que se establezca la paz en Tierra Santa”, agregó.
Desde el pasado 1 de octubre, la región vive un repunte de la violencia que ha causado la muerte a al menos 42 palestinos y 7 israelíes en ataques o disturbios.
Tres centenares de soldados israelíes se encuentran desplegados hoy en Jerusalén bajo mando de la Policía nacional para apoyar a otros organismos de seguridad, por primera vez desde la segunda intifada.