“Quiero destacar y reiterar mi cercanía con todas las víctimas del inhumano conflicto que vive Siria. Y con carácter de urgencia, renuevo mi llamamiento, implorando a los responsables, con toda mi fuerza, un cese el fuego inmediato”, indicó en su audiencia semanal en la Plaza de San Pedro.
Al menos 25 civiles murieron el martes último en los bombardeos más violentos de los últimos días contra los barrios rebeldes de Alepo, mientras cinco niños murieron en un ataque rebelde en el sur de Siria.
Indiferencia
En el plano diplomático, la comunidad internacional sigue mostrándose incapaz de acordar una tregua en los barrios rebeldes de Alepo, donde viven más de 250 mil personas, asediadas desde hace varios meses.
El ejército del régimen sirio, apoyado por Rusia, bombardea intensamente esos barrios desde el 22 de septiembre. Centenares de personas, la mayoría civiles, perdieron la vida.
El 28 de septiembre, el Papa afirmó que los responsables de estos bombardeos deberán “rendir cuentas ante Dios”.