Francisco, de 86 años, ha tenido que ser operado de una hernia abdominal para evitar una obstrucción intestinal y requirió de anestesia general. La Prefectura de la Casa Pontificia, que gestiona su agenda, canceló este miércoles 7 de junio toda las actividades de Francisco hasta el próximo 18 de junio.
En concreto se le ha practicado una laparotomía en una hernia incisional abdominal, probablemente producida tras las operaciones que Francisco sufrió en el pasado, debido al riesgo de que pudiera causarle una obstrucción intestinal.
Alfieri explicó que el pontífice fue operado de una peritonitis y otros problemas “quizá” en su país, Argentina, que le habían dejado “adherencias” o cicatrices internas en el intestino.
Esto le causaba síntomas “dolorosos y cada vez más frecuentes” y, con esta operación, se han “liberado” estas cicatrices internas y su tránsito, curándolo.
“La patología de la que ha sido operado es benigna, deberá hacer un posoperatorio, pero una vez reciba el alta no dejará traza ni preocupación”, afirmó el cirujano.
Se trata de la tercera vez que el papa es internado en el hospital romano, pues estuvo ingresado tres noches a finales de marzo en el hospital Gemelli de Roma por “una pulmonía aguda”.
Francisco fue además operado del colon por diverticulos en el mismo hospital el 4 de julio de 2021, con la extirpación de 33 centímetros de intestino, y fue dado de alta después de diez días, a los que siguió una lenta recuperación.
Alfieri, que también llevó acabo esa operación de colon, quiso aclarar “de una vez por todas” que aquella enfermedad era asimismo “benigna” y “está completamente curado”.
“El papa no tiene otras enfermedades”, aseguró.
Por otro lado, negó que Francisco tenga problemas con la anestesia general.
“El Santo Padre nunca tuvo problemas con la anestesia general, ni hace dos años ni hoy. Claramente a nadie le gusta ser operado ni dormido, porque en ese momento perdemos la conciencia, en ese sentido no le gusta estar dormido, pero no ha habido problema”, indicó.
El papa además sufre el problema de su rodilla derecha que le obliga a andar con bastón o con silla de ruedas y ha asegurado en varias ocasiones que no se quiere operar.
El pontífice argentino deberá permanecer ingresado en reposo pero luego “podrá hacer una vida normal”.
El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, calificó la operación de “éxito”.
El médico subrayó el buen humor de Jorge Bergoglio y afirmó que tras ser despertado en la operación le preguntó, irónicamente, “¿Cuándo hacemos la tercera?”.