Portillo, de 26 años y conocido como “Oso” y “Turkey”, se declaró culpable en una corte federal de Long Island (Nueva York), lugar donde ocurrieron los hechos y tiene presencia desde hace décadas La Mara Salvatrucha (MS-13).
Según un comunicado de la Fiscalía, el liderazgo de la MS-13 tiene su base en El Salvador, Honduras, Guatemala y México, pero tiene miles de miembros en todo EE. UU. Con numerosos subgrupos, es la organización criminal más violenta en Long Island.
En 2017, la actividad criminal de la MS-13 llevó al entonces presidente Donald Trump a presentarse allí para declarar la guerra al grupo y prometer “desmantelar, erradicar y deportar” a sus miembros.
Ese año se conocieron 17 asesinatos cometidos a lo largo de 18 meses que las autoridades atribuyeron a las “Maras”.
Entre las víctimas estaban las amigas Cuevas y Mickens, de 16 y 15 años, ambas estudiantes de la escuela superior de Brentwood (un suburbio de Long Island), que fueron asesinadas con machetes y bates -armas preferidas de la pandilla- cuando caminaban juntas hacia sus casas.
Ninguna de las jóvenes pertenecía a la pandilla: Cuevas y algunos de sus amigos estuvieron envueltos en un altercado en la escuela con miembros de la MS-13 que posteriormente juraron vengarse de ella, señaló la fiscalía.
Indica además que Portillo, miembro del subgrupo Sailors Locos Salvatruchas Westside, y otros pandilleros salieron el 13 de septiembre en un vehículo en busca de rivales para asesinarlos cuando vieron a las jóvenes y pidieron permiso a un líder de la pandilla para matarlas, a lo que procedieron.
El cuerpo de Mickens fue hallado ese mismo día y el de Cuevas un día después, detrás de una residencia.
En 2017, Portillo fue arrestado y trasladado a una cárcel federal de Brooklyn, donde intentó asesinar a dos miembros de pandillas rivales.