El objetivo declarado es lograr que la temperatura del planeta en el 2100 no sobrepase en dos grados centígrados la que se registraba en el siglo XIX antes de la industrialización.
O dicho de otro modo: conseguir el anhelado punto de inflexión en el que, una vez alcanzado, las emisiones de gases de efecto invernadero entren en un círculo virtuoso por el cual no dejen de descender.
La presencia confirmada de 147 líderes mundiales -entre ellos los presidentes de Estados Unidos o China- en la apertura de la cumbre se interpreta en Francia como la evidencia de que muchas cosas han cambiado desde el fracaso de la cita de Copenhague en el 2009.
Una fuente de alto nivel del Palacio del Elíseo subrayó a la prensa que existen elementos para permitir un cierto optimismo, el primero de los cuales es “la conciencia de que nunca la movilización mundial había sido tan grande” .
“El objetivo de calentamiento global no puede esperar y París va a ser el inicio de esta gran movilización. Además, el contexto económico es propicio” , subrayó la fuente.
Incertidumbre excepcional
En el Elíseo insisten en que aunque la COP21 llega en un momento de incertidumbre excepcional, a causa de los recientes atentados yihadistas en la capital francesa, cancelar la cumbre nunca ha sido una opción sobre la mesa.
Han pasado tres años desde que el presidente galo, Franois Hollande, entonces en los albores de su mandato, propuso acoger la cita que deberá convertir en papel mojado todos los textos aprobados hasta ahora en la materia, como el protocolo de Kioto.
Comenzó entonces un proceso que ha involucrado al conjunto de las instituciones galas y que con el tiempo se ha convertido en una de las mayores apuestas políticas internacionales de Hollande.
La amenaza terrorista ha conseguido que se anulen las dos masivas manifestaciones en las calles de París para aumentar la presión sobre los negociadores, pero no ha evitado que el antiguo aeropuerto de Le Bourget acoja durante doce días (del 30 de noviembre al 11 de diciembre) un evento tan mastodóntico como blindado.
Según la organización, 195 países, más la UE, estarán presentes en la COP21, además de 2 mil organizaciones no gubernamentales y 14 mil representantes de la sociedad civil, “más que representantes de los Estados” , apunta la fuente.
Las cifras de la cumbre, para la que el Parlamento francés aprobó un presupuesto de 183 millones de euros (194 millones de dólares) , son abrumadoras: más de 3 mil periodistas, 2 mil 800 policías para custodiar el recinto, 5 mil empleos creados, 70 mil plazas suplementarias cada día en transporte público…
El lunes 30 de noviembre, tras haber recibido a los jefes de Estado y de Gobierno, Hollande inaugurará la reunión junto al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y el presidente de la COP21, el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius.
Negociaciones técnicas
La primera semana será el turno de las negociaciones técnicas, mientras que en la segunda les corresponderá a los ministros del área rematar los flecos para llegar a un acuerdo sobre el que todavía flotan dudas tan relevantes como si será vinculante o no.
El 11 de diciembre, a las 18.00 hora local (17.00 GMT) , debería clausurarse la reunión con la firma de los acuerdos.
Sin embargo, habida cuenta de los antecedentes, pocos son quienes creen que ese día haya acabado todo. Muy probablemente, reconocen en el Elíseo, las negociaciones deberán continuar para tratar de alcanzar un acuerdo histórico.