Las recién conformadas “Autodefensas del pueblo El Machete” se reunieron en el estadio de futbol de la pequeña comunidad de San José Tercero, en el municipio de Pantelhó, donde fueron observados por los pobladores desde las tribunas.
Uno de los voceros sostuvo en un discurso que decidieron armarse ante “la injusticia, para defender su vida y contra los sicarios del narco” y acusó a las autoridades locales de estar coludidas con criminales.
Una multitud de autodefensas, en su mayoría hombres y con el rostro cubierto, desfiló en la cancha llevando armas, que iban desde machetes hasta rifles automáticos.
Los líderes de los grupos denunciaron supuestos ataques de parte de la alcaldía, exigieron que se auditen los recursos públicos y advirtieron que el 1 de octubre no permitirán que asuma el alcalde electo, esposo de la actual gobernante local, Delia Janet Velasco Flores.
El pasado 7 de julio, “El Machete” irrumpió de manera violenta en la cabecera municipal de Pantelhó enfrentándose a balazos con un grupo rival, lo que dejó miles de desplazados de comunidades rurales.
Ese mismo día ingresaron al poblado decenas de militares y policías para mantener el orden, pero fueron emboscados el 8 de julio, con saldo de seis policías y tres soldados heridos.
Los movimientos de autodefensa han proliferado desde la década de los 1990 en México, principalmente en el sureño estado de Guerrero y más recientemente en el vecino Michoacán.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador rechaza a estos grupos, se estima que llegan al medio centenar.
El 1 de enero de 1994, en la comunidad de San Cristóbal, en las montañas de Chiapas, se levantó en armas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. La sublevación duró unos días y se instalaron mesas de negociación con el gobierno.