El grupo EI ha empleado 12 carros bomba desde el martes, todos ellos detonados antes de que alcanzaran sus objetivos, señaló. Las tropas sufrieron unas pocas bajas por las rondas de mortero, añadió sin dar cifras.
El oficial habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con la prensa.
Irak lanzó una gran operación el lunes para retomar Mosul, la segunda ciudad más grande del país.
Se trata de la mayor operación del Ejército iraquí desde la invasión liderada por Estados Unidos en 2003. Unas 25 mil tropas, incluidos combatientes tribales suníes, fuerzas curdas conocidas como peshmerga y milicias chiíes respaldadas por el estado conocidas como Unidades de Movilización Popular se acercaban a la ciudad desde diferentes direcciones.
combatientes incluidas la fuerzas gubernamentales, tribales suníes, fuerzas curdas conocidas como peshmerga y milicias chiíes participan en el gran operativo para liberar Mosul.
La participación de milicias chiíes en la campaña para recuperar Mosul, de mayoría suní, ha despertado el temor a que la campaña pueda avivar tensiones religiosas. Grupos humanitarios han acusado a las milicias chiíes de abusos en campañas previas contra zonas controladas por el grupo extremista EI.
En un intento de aliviar esas preocupaciones, líderes milicianos chiíes anunciaron el martes que no entrarán en la ciudad y se centrarán sólo en capturar la localidad de Tal Afar, de mayoría chií, situada al oeste de Mosul.
“Las únicas tropas que entrarán en Mosul son el ejército y la policía, no las Unidades de Movilización Popular ni los peshmerga”, dijo Hadi al-Amiri, líder de la Brigada Badr, una de las milicias chiíes más grandes.
“Esto se ha acordado”, afirmó en una rueda de prensa en la ciudad de Najaf, sagrada para los chiíes.
Amnistía Internacional afirmó en un informe el martes que fuerzas paramilitares y del gobierno iraquí detuvieron, torturaron o mataron a cientos de civiles árabes suníes que huían de zonas controladas por el grupo extremista durante la operación para recuperar este año la ciudad suní de Fallujah, al oeste de Bagdad.
El gobierno iraquí ha negado cualquier infracción sistemática por parte de las fuerzas de seguridad o las milicias, y señaló que personas concretas han respondido por los abusos ocasionales.