Estos últimos hallazgos están basados en observaciones de New Horizons, de la Nasa, que realizó un vuelo sin precedentes sobre Plutón el año pasado.
La nave espacial ahora está a 365 millones de millas de Plutón y rumbo a acercarse a otro mundo lejano en el 2019.
Publicado esta semana en la revista especializada Nature, los estudios se enfocan en una cuenca de 600 millas (casi mil kilómetros) en el lóbulo izquierdo de la región con forma de corazón de Plutón.
La cuenca es conocida como Sputnik Planitia, nombrada como el satélite ruso que lanzo la era espacial en 1957.
Sputnik Planitia está alineada con el eje de la marea de Plutón, tanto así que es poco probable que sea una coincidencia, de acuerdo con los investigadores.
Probablemente, la cuenca de nitrógeno cubierta de hielo tiene extra masa – debajo de la superficie – para hacer que Plutón se reoriente a sí mismo y tener a Sputnik Planitia del lado opuesto del planeta enano como Charon.
“Es un gran hoyo elíptico en la tierra, así que el peso extra debe estar escondido en algún lugar debajo de la superficie. Y un océano es una manera natural de hacer eso”, dijo en un comunicado el autor principal Francis Nimmo, de la Universidad de California en Santa Cruz.
Nimmo sospecha que el océano es principalmente agua con algo de amoniaco y otros “anticongelantes”.