Según los informes, la familia de Joaquín Guzmán Loera era de escasos recursos y eso se reflejó en la vivienda que habitaron en Badiraguato, Sinaloa, México. Además, se reveló que, durante su niñez, “el Chapo” abandonó los estudios debido a que se le dificultó asistir al establecimiento educativo debido la distancia del lugar y su vivienda.
Ante esa situación se unió la escases de docentes en el lugar ya que suponía un esfuerzo en los caminos de terracería.
Dámaso por su parte, gozó con un destino distinto. Se reveló que su papá fue un funcionario que contó con diversos recursos económicos y propiedades de lujo en la que creció “El Licenciado”.
Según los informes, el papá de Dámaso lo motivó para que estudiara y luego de haber culminado la preparatoria, ingresó a la universidad en la que llegó hasta el sexto semestre de la carrera de derecho.
La unión del “Chapo” y “El Licenciado”
De acuerdo con Para Mónica Ramírez Cano, autora del libro Las Puertas del Infierno, las vidas de Joaquín Guzmán y Dámaso López se cruzaron por varios motivos y por la unión y visión de varios factores.
Según la publicación, la diferencia de crianza no influyó en la unión de estas mentes que permitieron a uno ser el líder del Cártel de Sinaloa y al otro le otorgó el poder del “segundo al mando”.
Tuiteras y tuiteros, pueden ya encontrar mi libro en las librerías porrúa, o pedirlo en su página de internet: “Las puertas del infierno: un paseo por los siniestros y oscuros rincones de la mente criminal”! pic.twitter.com/SKTM5EcD00
— Mónica Ramírez Cano (@MonRamirezCano) June 3, 2022
Para Ramírez Cano, “El Licenciado” siempre buscó ejercer oficios que le permitieran el ejercicio del poder, tuvo necesidad económica y el poder de decisión por hacer lo correcto. “Lo que diferencia a un criminal de otro es la capacidad de elección”, dijo Ramírez Cano a Infobae.
Según Ramírez Cano, Dámaso siempre necesito a quien imitar y siguió el modelo el “Chapo” Guzmán, razón por la que terminó trabajando para su Cártel.
De acuerdo con los textos de la publicación, Dámaso López ingresó a la fiscalía de Sinaloa y su trabajo le permitió ascender rápidamente, hasta convertirse en uno de los funcionarios que dirigían la prisión de Puente Grande, en Jalisco.
En ese sito conoció al “Chapo” Guzmán, quien fue capturado en Guatemala en 1993 y recluido en Jalisco. “El Licenciado” ayudó al líder del Cártel de Sinaloa en su primera fuga de una cárcel federal de México. Al poco tiempo, Dámaso renunció a su trabajo y se unió al grupo criminal de Joaquín Guzmán.
“Ambos están acostumbrados a negociar en las más altas esferas, son educados y saben cómo tratar a la gente”, indicó Ramírez Cano.
En la actualidad, “el chapo” Guzmán, cumple una sentencia de cadena de perpetua en una cárcel de máxima seguridad en EE. UU., mientras que “El Licenciado” fue sentenciado a prisión de por vida en ese país. Sin embargo, su condena se redujo debido a su colaboración durante “el juicio del siglo” y testificó contra Joaquín Guzmán, con la esperanza de quedar en libertad en 2032.