A raíz de su estatus criminal, la familia del capo del narcotráfico ha sido perseguida por las autoridades e incluso por varios de sus enemigos, quienes a lo largo de los años los han intentado asesinar.
Los ataques en contra de la familia de “El Chapo” cobraron su primera víctima el 31 de diciembre de 2004 cuando su hermano menor, Arturo Guzmán Loera, alias “El Pollo”, fue asesinado a balazos dentro de una cárcel meses después de ser aprehendido.
El hermano menor de Joaquín Guzmán recibió siete impactos de bala mientras se encontraba recluido en el Centro de Reinserción de La Palma por órdenes de Osiel Cárdenas, ex jefe del Cártel del Golfo y rival de “El Chapo”.
Otro ataque contra un familiar de “El Chapo” Guzmán se registró el 8 de mayo de 2008 en Culiacán, Sinaloa.
En esa ocasión, Edgar Guzmán López, hijo del peligroso narcotraficante, murió al recibir más de 500 disparos por parte de un grupo de sicarios mientras abandonaba un centro comercial de la ciudad.
Junto a Edgar Guzmán, también fallecieron César Ariel Loera, primo del hijo de Joaquín Guzmán Loera, y Arturo Meza Cázares, hijo de Blanca Margarita Cázares, miembro del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con Frida Muñoz Román, viuda de Edgar Guzmán, el hijo de “El Chapo” fue asesinado por sicarios del Cártel de los Beltrán Leyva en forma de venganza.
Finalmente, el último familiar de Joaquín “El Chapo” Guzmán que fue asesinado por sus enemigos fue su primo Juan Guzmán Rocha, quien murió a tiros en 2011 en un confuso incidente.
Esta muerte, por extraño que parezca, se le atribuye a “El Chapo” debido a que le mintió a su primo sobre su ubicación; sin embargo, esta teoría nunca ha sido comprobada por las autoridades.