En los escasos 17 meses que el Chapo pasó en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, el gobierno dio otros contundentes golpes con la captura de destacados capos como Servando Gómez la Tuta, Omar Treviño Z-42 o Héctor Beltrán Leyva el H.
El Chapo es un conquistador y quiere controlar todo en México en términos de narcotráfico.
Según dijo el mes pasado Tomás Zerón, jefe de investigaciones de la fiscalía, en México sólo persisten dos carteles, el de Sinaloa y el pujante Jalisco Nueva Generación, y luego hay centenares de células independientes que pugnan por los mercados locales.
Con la huida de el Chapo, “el campo parece estar ampliamente abierto. A diferencia de los años previos a la detención de Guzmán, el cártel de Sinaloa no tiene adversarios de un poder comparable”, estima un análisis del sitio web Insightcrime, especializado en narcotráfico en América Latina.
“La lógica sugiere que este es el momento ideal para que Guzmán reconstruya la hegemonía de su grupo y se abalance sobre zonas donde había perdido su influencia”, señala el informe.
El Chapo, que en el pasado salió airoso de sangrientas batallas contra carteles rivales como el de Juárez y los Zetas, podría ahora lanzarse por territorios del estratégico estado de Michoacán valiéndose del casi desmantelamiento de los Caballeros Templarios.
También podría asaltar su siempre ansiado corredor del noreste, el más transitado punto de la frontera con Estados Unidos, que nunca pudo arrebatar a los ahora muy fragmentados los Zetas y cartel del Golfo.
Obstáculos
A su vez, analistas ven varios obstáculos para el resurgimiento del cartel de Sinaloa, al que expertos estadounidenses han responsabilizado de al menos un 75% de las drogas que cruzan la frontera común.
El primero de los retos es el poder acumulado en los últimos años por sus antiguos aliados de Jalisco Nueva Generación.
La DEA sabía que El Chapo planeaba escaparse http://t.co/rLRPMh9l6h La agencia avisó al Gobierno mexicano en 2014 pic.twitter.com/7ls9TJQ2AO
— EL PAÍS América (@elpais_america) July 13, 2015
Este grupo, liderado por Nemesio Oseguera el Mencho, ha tenido una veloz expansión en la costa oeste atribuida en parte al encarcelamiento de el Chapo, que muchos vieron como el inicio del declive del cartel de Sinaloa.
Jalisco Nueva Generación era, hasta ahora, la principal amenaza para el gobierno mexicano a raíz de los inéditos ataques que lanzó este año en los que murió una treintena de miembros de las fuerzas de seguridad.
Pero ahora la segunda fuga de el Chapo de una cárcel de máxima seguridad, la primera fue en el 2001, ha dejado en evidencia internacionalmente al gobierno de Enrique Peña Nieto, por lo que el capo, de 58 años, deberá eludir la cacería lanzada para capturarlo nuevamente.
También el gobierno de Estados Unidos, desde donde se pedía su extradición, ofreció su ayuda para una rápida detención de Guzmán, a quien su veterano socio Ismael el Mayo Zambada habría guardado su liderazgo al frente del cartel.
Un conquistador
El descaro con el que se fugó Guzmán, que se escabulló por un sofisticado túnel que llegaba hasta su ducha, lleva al exoficial de inteligencia mexicano Dwight Dyer a preguntarse si realmente dejó de operar durante su estancia en El Altiplano.
La lógica sugiere que este es el momento ideal para que Guzmán reconstruya la hegemonía de su grupo y se abalance sobre zonas donde había perdido su influencia.
En cambio, el exjefe de operaciones internacionales de la Agencia Antidrogas estadounidense, Mike Vigil está convencido de que se vienen tiempos más violentos en México con la permanencia en libertad de Guzmán.
El Chapo es un conquistador y quiere controlar todo en México en términos de narcotráfico. Y la única manera en que se puede hacer esto es tomando el control de mas y mas territorio, lo que va a generar mas conflicto”, augura Vigil.
Tras la pista
En tanto, autoridades mexicanas han interrogado hasta ahora a 49 trabajadores de la prisión de máxima seguridad Altiplano I para buscar posibles cómplices de la fuga del narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa, informaron este lunes fuentes oficiales.
Las declaraciones de ese medio centenar de guardas ante el Ministerio Público Federal fueron revisadas durante una reunión del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con la titular de la Procuraduría General de la República, Arely Gómez González, según un comunicado conjunto de las entidades.
El contenido del material busca adjudicar “responsabilidades a quienes pudieron haber participado o coadyuvado en la evasión de Guzmán Loera”, según el boletín.
Inicialmente las autoridades informaron el domingo por la mañana que 18 custodios de la cárcel habían sido trasladados a la sede de la Subprocuraduría en Investigación de Delincuencia Organizada para ser interrogados, un número que horas después ascendió a 31, y hoy a 49.
Tras la fuga de Guzmán el pasado sábado, el personal que estaba de guardia en la prisión Antiplano I, fue llevado a la capital mexicana para rendir su declaración ante el Ministerio Público.
Contó con ayuda
Mientras, a las 20 hora local, autoridades de la Procuraduría General de la República de México, (PGR), ofrecieron una conferencia de prensa en la que brindaron detalles como que el Chapo se fugó pese a brazalete de monitoreo y vigilancia las 24 horas, lo cual evidencia que tuvo que tener apoyo de funcionarios para fugarse de la prisión de máxima seguridad.
Además, las autoridades también dijeron que se ofrece una recompensa de US$3.8 millones por la captura del capo.
“El hoy prófugo de la justicia tuvo que haber contado con la complicidad de personal y/o funcionarios. De confirmarse, constituiría un acto de traición” , dijo el ministro Miguel Ángel Osorio Chong, que también anunció la recompensa.
La titular de la PGR, Arely Gómez, justificó el aumento de la recompensa “por tratarse de una persona que ha evadido en dos ocasiones el sistema penitenciario y dado que representa una amenaza para la seguridad pública” .
Tras anunciar la recompensa, Gómez indicó que los ciudadanos podrán dirigirse a una línea telefónica gratuita para hacer sus denuncias sobre el caso y mostró “una fotografía reciente” del narcotraficante, jefe del cartel de Sinaloa, en la que aparece sin bigote y con la cabeza afeitada.