El líder del del Cártel de Sinaloa siempre figuró por ser autoritario y por imponer su “ley”. Desde que comenzó su carrera delictiva, su popularidad subió como la espuma y fue catalogado como uno de los narcos más peligrosos del mundo.
El “Chapo” Guzmán también fue el foco de atención mediática debido a sus constantes fugas de las prisiones en los que estuvo recluido. Sin embargo, terminó condenado en Estados Unidos.
Los privilegios del “Chapo”
El “Chapo” fue señalado de gozar de privilegios que, solo un capo de su calibre ha logrado. El fundador del Cártel de Sinaloa llevó su poder incluso tras las rejas.
Reportes internacionales evidenciaron cómo lideró la estructura en prisión y cómo envió instrucciones a sus subordinados.
Recientemente se difundieron fragmentos de El último narco, libro del periodista británico Malcolm Beith en los que documentó una investigación sobre el capo mexicano.
Según la publicación de Beith, cuando el “Chapo” estuvo recluido en el Centro Federal de Readaptación Social de Puente Grande, en Jalisco, México, organizó varias fiestas similares a las que hizo cuando gozó de libertad.
En ese centro fue el mismo de donde se fugó por primera vez y según Beith, el “Chapo” organizaba fiestas a las que asistieron empleadas de la cárcel y varias reclusas.
Según el periodista británico, el narcotraficante disponía de una nómina solo de los empleados de la cárcel. Además, hizo festejos masivos, como por ejemplo una celebración navideña en la que sirvieron banquetes.
Se reveló que, para esa fiesta, el “Chapo” adquirió un camión con 500 litros de vino y langosta. Además, contó con el apoyo de uno Héctor el Güero Palma, uno de sus socios, recluido en el mismo penal.
Esta no es la primera vez que se conocen detalles de cómo operaba el “Chapo” en prisión. Las excentricidades del narcotraficante han sido difundidas por autoridades, que ahora se sienten victoriosas debido a que el narcotraficante se encuentra tras las rejas en una prisión de máxima seguridad de EE. UU.