Según investigaciones del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), después de la captura Guzmán Loera en el año 2014, Emma Coronel, sus dos hijas y la exótica mascota se mudaron a la localidad mexicana de Almoloya con el fin de estar más cerca de él y facilitar las visitas permitidas.
No obstante, en julio de 2015, unos días antes de la fuga de “el Chapo”, Emma Coronel y las gemelas volvieron a mudarse a Sinaloa como parte del plan final, pero en esta ocasión no llevaron a “Botas” con ellas.
Luego del exitoso escape de Joaquín Guzmán y su ansiado reencuentro con su familia, las pequeñas pidieron a su padre el rescate de su mascota, la cual llevaba días sin estar a su lado. Debido a esto, el exjefe del cártel de Sinaloa ordenó a uno de sus allegados encontrar al mono y trasladarlo de forma legal hacia Culiacán, Sinaloa.
De acuerdo al periodista mexicano Carlos Loret de Mola, las autoridades mexicanas asignadas al caso encontraron una serie de intentos fallidos por permisos sanitarios para que el exótico animal pudiera volar legalmente hacia su destino final.
Los permisos no se consiguieron por ninguna vía, ya que nadie quiso autorizar el viaje del mono. Por esta razón, la única opción disponible fue trasladarlo por medio de carretera con la ayuda de Edgar Coronel Aispuro, cuñado de Joaquín Guzmán.
Siguiendo estos rastros, las autoridades fueron tras las pistas y encontraron a Botas en Sinaloa dentro de un vehículo deportivo color rojo, perteneciente al hermano de Emma Coronel.
“Las autoridades mexicanas sabían que la mascota los podría llevar hasta su objetivo”, comentó Loret de Mola.
Luego de este descubrimiento, el mono se convirtió rápidamente en una pista crucial para dar inicio a las operaciones de captura del narcotraficante mexicano.
Tras seis meses de fuga, Joaquín “el Chapo” Guzmán fue capturado nuevamente el 8 de enero de 2016 por medio de la operación “Cisne Negro”, operativo liderado por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional con el fin de detener al exlíder del cártel de Sinaloa.
En esta operación también colaboraron la Secretaría de Gobernación de México, la Procuraduría General de la República (PGR), la Secretaría de Marina y el Ejército mexicano.
Hasta la fecha, no se tiene información oficial sobre el paradero “Botas” y se desconoce si este mono aún es la mascota de las hijas menores de “el Chapo” Guzmán.