Los profesionales argumentaron que, antes de que lo declaran culpable, varios miembros del jurado accedieron a informes periodísticos sobre denuncias de presuntos abusos sexuales de su cliente, lo que aseguran violó las reglas de imparcialidad.
El defensor Marc Fernich denunció ante el panel de tres jueces las condiciones en que mantuvieron preso al exjefe del Cartel de Sinaloa antes y durante el juicio, cuando pasó la mayor parte del tiempo en aislamiento, lo que aseguran les dificultó montar una defensa exitosa.
“El enjuiciamiento de Guzmán se vio alterado por excesos y extralimitaciones tanto gubernamentales como judiciales, recursos innecesarios si él fuera realmente un capo de capos como insistían sus adversarios”, reclamó Fernich.
En febrero de 2019, un miembro del jurado le dijo bajo el anonimato al portal de “Vice News” que varios miembros del jurado habían leído noticias sobre el juicio mientras este transcurría, algo que el juez Brian Cogan les había prohibido hacer tajantemente.
Entre las historias que leyeron figuraba un reporte en el que se aseguraba que “el Chapo” había abusado de niñas a las que se refería como “vitaminas” que le daban energía, lo que se excluyó del juicio.
El defensor afirmó que esos artículos provocaron una actitud prejuiciosa por parte de los miembros del jurado hacia Guzmán Loera, por lo que el juicio no fue justo y pidió a los jueces que al menos haya una audiencia para analizar el tema.
“Ustedes no pueden permitir que eso no sea examinado”, esgrimió Fernich.
Ante los argumentos de que “el Chapo” no había recibido un juicio justo porque no se le había permitido reunirse el tiempo suficiente con sus abogados para llevar una defensa efectiva, los fiscales federales Hiral Mehta y Brett Reynolds dijeron que este se reunió con sus representantes legales unas 20 horas a la semana. También afirmaron que la cárcel donde estaba detenido hizo preparativos especiales para facilitar esas reuniones y permitir que Guzmán tuviera acceso a las pruebas que le entregaban sus defensores.
“El Chapo” fue condenado a cadena perpetua en julio de 2019 por un tribunal de Brooklyn, que determinó que él era el líder del poderoso Cartel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas del continente, con grandes intereses en Estados Unidos.