En un ejido de Nopalucan, otro municipio de Puebla, se ubicó “un cuerpo con rasgos similares a los de la persona buscada y que presentaba lesiones en cráneo y diversas quemaduras”, dijo la fiscalía en un comunicado.
Las autoridades dijeron que los familiares del sacerdote confirmaron su identidad, pero que aún es necesario hacer pruebas genéticas por el estado de calcinación en la que se encuentra el cuerpo.
Los sacerdotes se han convertido en un blanco del crimen organizado en México.
En diciembre pasado la Iglesia católica llamó a las autoridades mexicanas a detener la violencia contra los sacerdotes.
Según el Centro Católico Multimedia once sacerdotes han sido asesinados desde el 2013 y otros dos se encuentran desaparecidos.
En el 2014, dos sacerdotes fueron secuestrados y asesinados a en el violento estado de Guerrero.
Uno de ellos fue hallado el 25 de diciembre pasado con un balazo en la cabeza, mientras que en noviembre anterior había sido encontrado en una fosa común el cuerpo de un cura ugandés.