Arimitsu afirma que el bebé japonés logró este récord con base en un registro de los bebés más pequeños del mundo que lleva la Universidad de Iowa, Estados Unidos.
El bebé nació por cesárea de emergencia en agosto, tras solo 24 semanas de gestación, cuando lo normal es que un embarazo dure aproximadamente 40 semanas. Los médicos tuvieron que sacar al niño al darse cuenta de que había dejado de crecer en el útero.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define “bajo peso al nacer” cuando éste es inferior a 2500 g.
Era tan pequeño que cabía en un par de manos juntas.
El bebé pasó varios meses en el hospital, incluyendo cuidados intensivos, hasta que por fin fue dado de alta la semana pasada.
Ahora pesa 3,2 kg y se alimenta normalmente.
“Solo puedo decir que estoy feliz de que haya crecido tanto porque, honestamente, no estaba segura de que pudiera sobrevivir”, dijo la madre del niño, según el Hospital Universitario Keio de Tokio.
Para el doctor Arimitsu , este caso fue una oportunidad para mostrar que “existe la posibilidad de que los bebés puedan salir del hospital con buena salud, incluso si nacen prematuros”.
El anterior récord lo tenía un niño nacido en Alemania, que pesó 274 g al nacer.
El Hospital Universitario de Keio dijo que la tasa de supervivencia de los bebés nacidos que pesan menos de un kilogramo es de aproximadamente el 90% en Japón. Pero para los nacidos de menos de 300 g, se reduce a alrededor del 50%.
Entre los bebés más pequeños, la tasa de supervivencia es mucho menor para los niños que para las niñas. Los expertos médicos no están seguros de por qué, aunque algunos creen que podría estar relacionado con el desarrollo más lento de los pulmones de los bebés varones.