Consecuencias para el ecosistema
Esta tendencia conlleva importantes implicaciones para las rutas marítimas, la pesca, la fauna local como los osos polares, la explotación de recursos naturales y las comunidades nativas de Alaska.
es el área alrededor del Polo Norte de la Tierra. Incluye regiones de Rusia, EE. UU., Canadá, Groenlandia, Islandia, Suecia, Noruega y Finlandia, así como las islas Svalbard, el océano Ártico.
Por su parte, Ed Farley, director del Programa de Vigilancia y Evaluación del Ecosistema Pesquero de Alaska, en Juneau, citó los crecientes problemas que enfrentan las comunidades nativas en el norte de Alaska para llevar a cabo su pesca de subsistencia de ballenas ante el menor grosor del hielo en el Mar de Chukchi.
También los osos polares, agregó, han sufrido las consecuencias ya que se ven obligados a replegarse hacia el continente ante la incapacidad de sobrevivir en témpanos de hielo cada vez más frágiles, donde la comida les aporta menos grasa de la necesaria para sobrevivir los duros inviernos.
Ambos científicos advirtieron que los efectos de la reducción de la capa hielo no se concentran solo en el Ártico y zonas cercanas, sino que tienen influencias notables en el clima del resto del planeta como en la formación de huracanes o en el conocido como tercer polo, la cordillera del Himalaya.