¿Qué se elegirá?
545 asambleístas que sesionarán a partir del 2 de agosto en la sede del Parlamento, durante un período indefinido. Se ignora dónde funcionará en adelante el poder legislativo, de amplia mayoría opositora.
¿Cómo se elegirán?
364 por votación territorial (cada municipio tendrá un representante y las capitales de estado dos, independientemente de su población), 173 por sectores sociales y 8 por comunidades indígenas.
La elección sectorial se distribuye así: trabajadores (79), pensionados (28), estudiantes (24), consejos comunales (24), campesinos y pescadores (8), empresarios (5) y discapacitados (5).
Según el experto electoral Eugenio Martínez, 62% de los 19,8 millones de votantes podrá emitir dos sufragios (uno en los comicios territoriales y otro en los sectoriales).
¿Quiénes postulan?
De unos 50.000 postulantes, se validaron 6.120. Las bases comiciales fijadas por Maduro -y aprobadas por el poder electoral- prohibieron candidaturas partidistas, por lo que fue necesario acreditar firmas.
Entre los candidatos figuran poderosos dirigentes del chavismo como el diputado Diosdado Cabello, la excanciller Delcy Rodríguez, la primera dama Cilia Flores, y el exgobernador Adán Chávez, hermano de Hugo Chávez.
¿Por qué no participa la oposición?
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) asegura que Maduro estaba obligado legalmente a someter su convocatoria a la Constituyente a referendo, en el cual afirman que no hubiera logrado los votos necesarios para ello.
Maduro, sin embargo, aseguró que la nueva Constitución sí será sometida a referendo.
Según la encuestadora Datanálisis, siete de cada diez venezolanos rechazan la Constituyente y la gestión del mandatario.
La MUD le enrostra a Maduro que en 1999 Hugo Chávez, su mentor, consultó a los venezolanos sobre el llamado a la Constituyente que redactó la actual Carta Magna.
Además, considera fraudulento el método de votación, pues señala que al no haber una representación proporcional según la población de los municipios, el chavismo buscaría sacar ventaja en zonas rurales apartadas donde aún es fuerte, en contraste con los centros urbanos.
La MUD cree que el mandatario intenta evadir elecciones (las presidenciales deben celebrarse en diciembre de 2018), pues dada su impopularidad no podría ganar comicios universales.
También pretendería disolver instituciones que le incomodan, como el Legislativo y la Fiscalía -cuya titular Luisa Ortega desertó del oficialismo-, y según la alianza opositora ir hacia una autocracia.
Junto con Ortega, otros chavistas disidentes se oponen a la iniciativa alegando que socavará la Constitución impulsada por Chávez, solo para que Maduro conserve el poder.
La MUD anunció un “boicot” contra las votaciones, añadiendo más tensión tras cuatro meses de protestas que dejan más de un centenar de muertos y que el gobierno denuncia como una intentona golpista.
¿Qué dice el gobierno?
Maduro sostiene que su Constituyente es democrática porque apela al “poder originario”, y que está facultado para convocarla sin referendo.
“Es el gran poder que necesitamos para poner orden en Venezuela. Necesitamos un poder que esté por encima de los poderes que sabotean el desarrollo del país”, dijo el mandatario, quien afirma que la votación será “directa, universal y secreta”.
El presidente aclara que el objetivo es “perfeccionar” la Carta Magna, elevando a rango constitucional, por ejemplo, los programas sociales.
También defiende que la elección da cabida a amplios sectores, frente a la acusación de que los votantes gremiales fueron escogidos de bases afines al chavismo, como los consejos comunales, unos 45.000 grupos que se benefician de la asistencia estatal.
Y afincado en que la grave crisis es fruto de una “guerra económica”, Maduro dice que la Constituyente traerá la recuperación del país petrolero.
¿Se requiere un mínimo de participación?
No se fijó un umbral, pero una baja afluencia a las urnas “afectaría la legitimidad” de la Constituyente, según el analista Benigno Alarcón.
Más aun después de que la MUD aseguró haber recaudado 7,6 millones de votos en un plebiscito simbólico contra la iniciativa realizado el 16 de julio pasado.
Según los resultados de las parlamentarias de 2015 -que ganó abrumadoramente la oposición-, la base electoral del chavismo es de 5,7 millones.
Pero la doble votación (territorial y sectorial) inflaría la cifra, indica Martínez.
No se ha previsto observación internacional para estas elecciones.