El preso, un afroamericano de 59 años, fue declarado muerto a las 18.24 hora local (22.24 GMT) tras recibir una inyección letal en la Institución Correccional Broad River en la ciudad de Columbia.
La ejecución llegó después de que el gobernador de Carolina del Sur, el republicano Henry McMaster, se negase a intervenir pese a los pedidos de clemencia que tenía sobre la mesa para conmutar la pena de Moore a cadena perpetua.
Entre los firmantes de la petición de clemencia había tres jurados y el magistrado del juicio en el que fue condenado a muerte, así como un exdirector del sistema de prisiones de Carolina del Sur.
McMaster anunció que rechazaba el pedido de clemencia minutos antes de la ejecución.
Moore fue condenado a muerte por un jurado en 2001 por asesinar dos años antes durante un robo a James Mahoney, el dependiente de una tienda de Spartanburg, en el norte de Carolina del Sur.
Colisión de 2 vehículos en 12 calle 16 avenida zona 12.
— Amilcar Montejo (@amilcarmontejo) November 2, 2024
Se acciona para habilitar tramo. pic.twitter.com/U6p08FJydZ
Según los fiscales, Moore fue a la tienda con intención de robar, pese a que iba desarmado.
Fue Mahoney quien desenfundó una pistola, que Moore le arrebató durante un forcejeo. El empleado sacó entonces otra arma y ambos dispararon. Moore quedó herido en un brazo, mientras que Mahoney murió.
El hoy ejecutado se fue con cerca de US$1 mil 400 de la caja registradora.
La versión que defendía Moore era algo diferente. Según él, nunca tuvo la intención de robar, sino que la discusión empezó porque le faltaba dinero para lo que quería comprar y fue entonces cuando Mahoney sacó el arma y empezó el forcejeo.
Moore fue el segundo preso ejecutado este año en Carolina del Sur después de más de una década sin ejecuciones en el estado. También fue el ejecutado número 21 en todo el país.
Desde que el Tribunal Supremo reintrodujo la pena de muerte hace casi medio siglo, 1 mil 603 presos han sido ejecutados en Estados Unidos, 45 de ellos en Carolina del Sur.