Prudencia de Washington
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, respaldó el domingo el inicio de la ofensiva en Raqa, aunque advirtió que “como en Mosul” , “la batalla no será fácil y el trabajo será duro” .
“La primera fase será aislar Raqa” , cerrando los principales ejes de comunicación con el exterior, explicó el Centcom, el Mando Central de Estados Unidos en Oriente Medio.
Washington se muestra sin embargo prudente en medio de un contexto geopolítico extremadamente delicado, en un conflicto donde numerosas potencias extranjeras intervienen, como Rusia y Turquía.
Si Moscú mantiene por el momento las distancias en esta ofensiva, no es el caso de Ankara, que quiere implicarse en la reconquista de Raqa, situada a unos 100 km de la frontera turca.
Otro portavoz de las FDS, Tal Sello, afirmó el domingo que su grupo se puso de acuerdo con Estados Unidos para que Turquía o sus aliados “no tuvieran ningún papel en la ofensiva” de Raqa.
Pero horas más tarde, Brett McGurk, emisario de Estados Unidos ante la coalición internacional anti-EI, dijo que Estados Unidos estaba en “estrecho contacto” con Turquía para coordinar esta operación.
Ciudad clave en el sur de Mosul
Entretanto en Irak, la ofensiva contra Mosul entró en su cuarta semana, con un nuevo avance de las fuerzas iraquíes en el frente sur.
La policía federal, el ejército y las fuerzas de élite del ministerio del Interior tomaron el lunes el control total de la ciudad clave de Hamam al Alil, situada a unos 15 kilómetros al sur de Mosul, constaron periodistas de la AFP .
La conquista de esta ciudad permitirá a las fuerzas iraquíes del frente sur, situadas al oeste del río Éufrates, avanzar más rápido hacia la periferia de Mosul.
Las tropas que avanzan desde el sur apuntan a ocupar el aeropuerto internacional de la ciudad y una base que el ejército iraquí había tenido que abandonar en junio de 2014, cuando el EI se apoderó de Mosul y su región.
En el noreste de Mosul, las fuerzas kurdas iraquíes, los peshmergas, lanzaron un asalto contra Bashiqa, una ciudad situada cerca de una controvertida base donde están desplegadas tropas turcas, indicó un comandante.
Dentro de Mosul, las fuerzas iraquíes siguen progresando en los barrios del este, donde el EI opone una feroz resistencia.
“Hasta siete barrios están ahora controlados por las fuerzas antiterroristas, que los están volviendo seguros eliminado los últimos focos de terroristas” , precisó a la AFP Sabah al Noman, el portavoz de estas fuerzas.
El número de civiles desplazados desde el inicio de la ofensiva supera los 34.000, según un nuevo balance difundido el lunes por la Oficina Internacional para las Migraciones (OIM) .