Esta ley es una primicia en el continente americano, donde hasta hace poco se vivía una combinación de prohibición y represión a los consumidores, y lucha armada contra productores y traficantes, sobre todo en el centro y sur del continente.
El principal grupo de presión para la legalización de la marihuana, el Marijuana Policy Project (MPP), saludó en un comunicado “el fin de la prohibición de la marihuana” haciendo referencia a los 13 años (1920-1933) durante los cuales el alcohol estaba prohibido en Estados Unidos, y previno que impulsará la adopción de leyes similares en otros 13 estados de ahora a 2017.
En mayo, la Organización de Estados Americanos (OEA), que reúne a todos los países del continente excepto Cuba, publicó un informe en el que invita a considerar una eventual legalización de la marihuana como forma de lucha contra el narcotráfico.
Y el 10 de diciembre, el Senado uruguayo aprobó una ley que legaliza la producción y la venta de marihuana en el país, que pasarán a ser controladas por el Estado cuando se aplique en el transcurso del primer semestre de 2014.
En Norteamérica, México que lleva a cabo desde hace años una sangrienta lucha contra el narcotráfico, también evalúa esta posibilidad, mientras que Canadá, hasta ahora muy represivo, flexibilizó hace poco su política, y considera aplicar una simple multa a los consumidores de marihuana en lugar de llevarlos ante la justicia.
Incluso en Estados Unidos, un sondeo reciente mostraba entre los jóvenes una creciente tolerancia hacia la marihuana, ilícita y considerada adictiva.
Según esta investigación, menos de 40% de los alumnos que cursan último año de liceo consideran peligrosa la marihuana, contra 44% un año antes, y 23% afirma que fumó cannabis durante el mes que precedió a la encuesta, cifra que asciende a 36% si se toman en cuenta los últimos 12 meses.
Este miércoles quienes tengan algunos años más que dichos encuestados podrán consumir marihuana abiertamente, siempre y cuando se encuentren en los estados de Washington y Colorado. Algunas empresas ya ofrecen viajes organizados que buscan conquistar a una cantidad de turistas seducidos por esta nueva norma.
Mostrar el camino
Los cultivadores de marihuana, deseosos de mostrar el camino a varios otros estados, ya se regocijan con la medida mientras que las autoridades están impacientes de empezar a cosechar sus primeros impuestos sobre esta nueva actividad comercial.
“La novedad en sí basta para atraer a personas de todas partes”, cuenta Adam Raleigh, quien dirige la empresa productora de marihuana en Colorado, Telluride Bud Company. “Sé de gente que va a venir en auto desde Texas, Arizona y Utah, sólo para ser parte de la historia”.
“Estos últimos meses, recibí todos los días entre cuatro y seis correos electrónicos, entre cinco y diez llamadas telefónicas de personas que me piden detalles sobre la ley y sobre cuál es la mejor fecha para organizar vacaciones que combinen el esquí y la marihuana”, contó a la AFP.
El consumo de marihuana con fines terapéuticos ya es legal y está reglamentado en 19 estados del país. Y en la mayoría de éstos, su consumo con fines recreativos no es considerado un delito.
Pero Colorado y Washington dieron un paso más implementando un sistema en el que las autoridades locales supervisarán el cultivo, la distribución y el marketing de la marihuana, dando al oeste estadounidense un aire de Holanda con sus “coffee shops”.
El mercado es enorme: según la especialista ArcView Market Research, las ventas legales de marihuana aumentarán 64% entre 2013 y 2014, pasando de US$1 mil 400 millones a US$2 mil 340 millones.
En Colorado, muy conocido por sus estaciones de esquí, las autoridades otorgaron licencias a 348 tiendas mientras que el estado de Washington recibió tres mil 746 pedidos de licencia, de los cuales 867 para tiendas, según el Seattle Times, que en un editorial llamó a la prudencia.
“La legalización de la marihuana (es) un terremoto en la política de control de las drogas, tal vez el más importante desde el fin de la Prohibición”, escribió el diario en referencia a los 13 años (1920-1933) durante los cuales el alcohol estuvo prohibido en Estados Unidos. “Tanto los defensores como los detractores no tienen más remedio que contener el aliento”.