Internacional

EE.UU. ahora reconoce que hospital afgano fue bombardeado “por error”

 El reciente bombardeo estadounidense sobre un hospital de Médicos Sin Fronteras  (MSF) en Kunduz que mató a 22 personas fue un error, dijo este martes el principal comandante estadounidense en Afganistán.

“Un hospital fue golpeado por error”  en un bombardeo estadounidense “solicitado”  por los afganos pero resuelto por los estadounidenses, declaró el general John Campbell en la comisión de fuerzas armadas del Senado.

“Para ser claro, la decisión de realizar un ataque aéreo era una decisión estadounidense, tomada por la cadena de mando estadounidense”, subrayó el general.

    “Nunca apuntaríamos intencionalmente contra una instalación médica protegida” , añadió.

    Campbell había subrayado el lunes en una conferencia de prensa que el ataque había sido pedido por las autoridades afganas, provocando la cólera de Médicos Sin Fronteras, que acusó a los estadounidenses “de intentar pasarle la responsabilidad al gobierno afgano” .


    “Indignada”  por el ataque aéreo que provocó la muerte de 22 personas -12 empleados de la organización y 10 pacientes-, MSF decidió el lunesrecién pasado retirar su personal de Kunduz. El hospital era el único capaz de tratar a los heridos graves en la región.

    En el momento del bombardeo, el sábado hacia las 02.15 locales, más de  cien pacientes y 80 miembros del personal, afganos y extranjeros, estaban en el hospital.

Revisión de planes en Afganistán

Ocupación de Kunduz por los talibanes, catastrófico error contra un hospital de MSF, accidente de un avión militar: a pesar del fin oficial de las operaciones de combate hace 10 meses la guerra en Afganistán parece no haber terminado para el gobierno de Barack Obama.

    La semana recién pasada trajo un montón de trágicas noticias para un gobierno que había hecho del fin de la guerra en ese país asiático uno de sus principales objetivos.

Las fuerzas estadounidenses, cuyo papel actual se limita en teoría a dar asesoramiento y asistencia al ejército afgano, siguen estando frecuentemente en situación de combate.

    Con los riesgos que eso implica, sobre todo de pérdidas humanas: errores como el de Kunduz, donde un avión estadounidense bombardeó un hospital de Médicos Sin Fronteras  (MSF) y dejó 22 personas muertas; o el de Jalalabad, donde se estrelló un avión de transporte militar cobrándose la vida de 11 más.

    Así también, la conquista efímera de Kunduz por los talibanes muestra que las fuerzas afganas no son suficientes para mantener solas su propio terreno, pese a los cerca de 60.000 millones que han recibido de Washington durante los últimos 14 años.


    Y la Casa Blanca se ve obligada a considerar postergar más su objetivo de retiro de las fuerzas estadounidenses, que deberían haberse marchado casi por completo a finales del 2016, al final del mandato de Obama, dejando en Kabul una fuerza residual de apenas cientos de soldados.

Pero el objetivo parece cada vez menos factible y la Casa Blanca tendrá que estudiar otras opciones que permitan dejar más militares y más tiempo.

    “La necesidad de mantener el apoyo a las fuerzas afganas es evidente” , estimó el jefe del gobierno afgano, Abdulá Abdulá.

    “En base a lo que puedo ver, de la visión de los generales estadounidenses en el terreno y de nuestros propios jefes militares es necesario mantener una cierta presencia de tropas estadounidenses después de 2016” , declaró en Kabul.

    Según The Washington Post, la Casa Blanca estudia fundamentalmente un plan presentado por el ex jefe del Estado Mayor, el general Martin Dempsey, para mantener hasta 5 mil hombres en el lugar después de 2016, contra 9.800 actualmente.

    El general John Campbell, comandante de la misión de la Otán y jefe de la tropa estadounidense en ese lugar, presentó por su parte cinco opciones para la permanencia de una fuerza de 7 mil hombres, según la misma fuente.

    “El presidente ha indicado que tomará decisiones este otoño”  boreal sobre el tema, recordó el lunes en Madrid el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter.

    El general Campbell está en Washington esta semana para analizar el tema con el gobierno y el Congreso, donde la oposición republicana acusa a la administración Obama de haber privilegiado hasta ahora un objetivo político de retiro de las tropas antes que tener en cuenta la realidad en el terreno.

  

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