Internacional

EE. UU. y Cuba festejan primero; cruzan duras palabras después

La festiva ceremonia de izamiento de bandera en la reabierta embajada estadounidense en La Habana se vio seguida de palabras más serias con vistas a mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.  

Las banderas de EE. UU. y Cuba ondean en La Habana. (Foto Prensa Libre: AP)

Las banderas de EE. UU. y Cuba ondean en La Habana. (Foto Prensa Libre: AP)

El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, se reunió el viernes por la tarde con disidentes cubanos y dijo que la Isla no verá el fin del detestado embargo estadounidense a menos que el gobierno cubano haga progresos en derechos humanos, para cerrar una jornada que comenzó con el izamiento de la bandera de barras y estrellas ante la embajada.    
          
Los negociadores cubanos y estadounidenses tienen previsto reunirse en La Habana a principios de septiembre para comenzar las conversaciones sobre normalización de los lazos entre los dos países, lo que abarca desde seguridad marítima al embargo o derechos humanos, dijo Kerry a la Prensa.      
 
Las negociaciones seguirán tres vías, explicó. La primera abarcará campos en los que se esperan avances rápidos, como la cooperación en cuestiones navales, cambio climático y medio ambiente. La segunda incluirá temas más complejos como el establecimiento de vuelos directos y acuerdos de telecomunicaciones entre ambos países. La última tratará los problemas más espinosos, como el embargo, derechos humanos y las reclamaciones cruzadas de extradición de fugitivos.        

Kerry comenzó el día pidiendo un cambio democrático en la isla en un discurso que fue televisado en todo el país. “Seguimos creyendo que la gente de Cuba estaría mejor en una auténtica democracia, donde las personas sean libres de elegir a sus líderes, expresar sus ideas, practicar su fe”, dijo.     
       
Cientos de cubanos se mezclaron con turistas estadounidenses ante la antigua Sección de Intereses de Estados Unidos, ahora rebautizada con un cartel con las palabras “Embajada de los Estados Unidos de América”. Los asistentes vitorearon mientras Kerry hablaba, el Quinteto de Metal del Ejército estadounidense interpretó “The Star-Spangled Banner” y los marines de Estados Unidos izaron la bandera ante el edificio, situado ante el famoso Malecón de La Habana.          

Tras la ceremonia, el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, atendió a la prensa con Kerry y comenzó su intervención denunciando violaciones a los derechos humanos en Estados Unidos, aludiendo a la muerte de afro-estadounidenses por disparos de la policía o a los malos tratos a los prisioneros en la bahía de Guantánamo de Cuba, donde Estados Unidos mantiene una base naval que La Habana reclama.     
      
Cuba, afirmó Rodríguez, es un lugar sin discriminación racial brutalidad policial o muertes derivadas de esos problemas. El ministro señaló que el territorio donde hay torturas y personas detenidas en un limbo legal no está bajo la jurisdicción cubana, en referencia a la prisión en Guantánamo.           
 
Muchos cubanos discrepan con esa opinión, incluidos afro-cubanos que afirman que la discriminación sigue siendo rampante pese al ideario igualitario de la revolución. Los grupos de derechos humanos afirman que las autoridades emplean de forma habitual detenciones temporales y palizas a críticos con el gobierno para intimidar a los disidentes.     
También el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió cambios en Cuba cuando anunció la nueva política estadounidense sobre la isla el pasado diciembre, aunque sus palabras fueron menos agresivas que las de Kerry el viernes.       

Alternativas para Guantánamo

El Departamento estadounidense de Defensa estudia de nuevo las prisiones militares de Kansas y de la marina en Carolina del Sur, en un análisis de posibles instalaciones estadounidenses donde mantener a los detenidos de la prisión de Guantánamo, Cuba, dentro de la polémica iniciativa del gobierno de Barack Obama para cerrar el centro de detención.      

Un equipo visitó el viernes los Barracones Disciplinarios en Fort Leavenworth y hará lo propio en los Calabozos Consolidados de la Marina en Charleston este mes, indicó capitán de la armada Jeff Davis, portavoz del Pentágono.

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