“Estamos eliminando sistemáticamente el círculo de dirigentes del EI, las tropas estadounidenses han eliminado numerosos terroristas claves para Estado Islámico esta semana”, añadió Carter, quien dijo que al-Qadouli “operaba como ministro de finanzas y responsable de varios complots internacionales”.
La página web The Daily Beast señaló, al referirse a la muerte de Al-Qadouli, que éste figuraba en la lista de potenciales sucesores de Abu Bakr al-Baghdadi, considerado el máximo líder del EI.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ofrecía US$7 millones de recompensa por informaciones sobre Al-Qadouli.
La estructura del mando de la organización yihadista sigue siendo un enigma. Las autoridades estadounidenses parecen no haber conseguido sino identificar a unos cuantos de los jefes del EI, con los cuales han conformado un listado.
Abdel Rahmane al-Qadouli es el segundo integrante de esta lista en ser eliminado en menos de un mes. El 4 de marzo, Estados Unidos anunció la muerte de Omar al Shishani, “Omar el checheno”, otro de los líderes del grupo yihadista que también hacía parte de este listado de máximos dirigentes.
Este último, cuyo verdadero nombre es Tarjan Tayumurazovich Batirashvili y que era uno de los principales responsables de las operaciones militares del EI, murió en un bombardeo estadounidense sobre la zona de Chaddade, un bastión yihadista del nordeste de Siria, cuyo control el EI perdió a manos de las Fuerzas Democráticas Sirias, un grupo aliado de Estados Unidos.
En mayo de 2015, el gobierno de Irak había insinuado que Al-Qadouli habría sido abatido en un ataque aéreo de la coalición contra el EI, información que fue posteriormente desmentida por el Pentágono.
Según las fuerzas de seguridad iraquíes Al-Qadouli nació en Mosul, en el norte de Irak. A finales de los años noventa viajó a Afganistán.
De acuerdo a las autoridades estadounidenses, se habría unido en 2004 a Al Qaida, organización en la que llegó a ser adjunto del Abu Musab Al Zarqaui, jefe de Al Qaida en Irak y quien murió en 2006 en un ataque de dron estadounidense.
Luego fue detenido y estuvo en prisión hasta 2012, cuando fue liberado y se unió a las filas del EI.
Desde el último trimestre del año pasado Estados Unidos ha intensificado sus acciones contra los yihadistas en Siria e Irak y se ha propuesto como tarea prioritaria la eliminación de los jefes de la organización extremista.
Para ello han desplegado en el norte de Irak una unidad de fuerzas especiales para coordinar operaciones terrestres contra los jefes del EI y obtener información de inteligencia que les permita localizarlos.