“Todos los venezolanos merecen poder expresar sus opiniones libremente y sin miedo a la intimidación”, añadió, ante una pregunta sobre la situación de Mendoza, a quien el oficialismo acusa de usurpar funciones de gobierno en supuestos tratos con el Fondo Monetario Internacional.
El funcionario estadounidense también llamó “al gobierno venezolano” a reconsiderar el rechazo a la observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en los comicios legislativos del 6 de diciembre.
“Aunque el tiempo se está acabando, esperamos que el gobierno de Venezuela reconsidere esa decisión y permita una observación electoral independiente, creíble y efectiva”, afirmó.
El presidente Nicolás Maduro y la cabeza del Legislativo venezolano y número dos del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, pidieron llevar ante la justicia a Mendoza por el “delito grave” de “hablar en nombre de la patria” en un diálogo telefónico privado que el empresario mantuvo con Ricardo Hausmann, un economista venezolano y profesor de la universidad de Harvard.
En la plática -que Cabello y Maduro difundieron por televisión la pasada semana sin precisar la forma como fue obtenida- Hausmann afirma que ha “estado en conversaciones con el FMI”, pues considera que Venezuela no puede salir de su actual crisis económica sin “ayuda internacional sustancial” de unos “o 50 mil millones de dólares”, a lo que Mendoza asiente.
El empresario le manifiesta a Hausmann que un plan de ayuda financiera a Venezuela “es el ABC de lo que nos va a tocar” frente a una crisis económica que se refleja en una alta inflación, escasez de productos básicos y sequía de divisas por el desplome del petróleo.
Pero Cabello sostuvo que “el único administrador de la hacienda pública es el presidente de la República”.
Mendoza, en el puesto 690 de la lista Forbes con una fortuna de US$2 mil 700 millones, lidera Empresas Polar, la productora de alimentos más grande del país.
