El gobierno de Barack Obama lanzó la nueva estrategia en diciembre con el emplazamiento de una fuerza de comandos para capturar o matar a los jefes de Estado Islámico, como también para recabar datos de inteligencia.
Funcionarios estadounidenses dijeron la semana pasada que la fuerza expedicionaria capturó al jefe de Estado Islámico pero no quiso identificarlo, limitándose a decir que era interrogado.
Los dos funcionarios iraquíes identificaron al capturado como Sleiman Daoud al-Afari, que trabajó para la Autoridad de Industrialización Militar de Saddam Hussein, ahora disuelta, donde se especializó en armas químicas y biológicas.
Agregaron que al-Afari, de unos 50 años, dirigía un grupo recientemente establecido por Estado Islámico para la investigación y desarrollo de armas químicas.
Los dos funcionarios iraquíes identificaron al capturado como Sleiman Daoud al-Afari, que trabajó para la Autoridad de Industrialización Militar de Saddam Hussein, ahora disuelta, donde se especializó en armas químicas y biológicas.
Fue capturado en una operación cerca de la ciudad iraquí de Tal Afar, agregaron.
Hablaron con la condición del anonimato por no estar autorizados a informar a la prensa. Las autoridades estadounidenses no confirmaron la versión.
El grupo extremista al parecer estableció la unidad de armas químicas integrada por científicos iraquíes que trabajaron en los programas de armas de Hussein y expertos extranjeros que se unieron al grupo.
Las autoridades iraquíes manifestaron particular preocupación porque Estado Islámico obtuvo vastos territorios para operar y ocultar laboratorios químicos después de apoderarse de casi un tercio de Irak en el verano del 2014, junto con territorio que controla en la vecina Siria.
El grupo extremista al parecer estableció la unidad de armas químicas integrada por científicos iraquíes que trabajaron en los programas de armas de Hussein y expertos extranjeros que se unieron al grupo.
Se cree que el grupo produjo un acopio limitado de gas mostaza.
Funcionarios iraquíes dicen que los extremistas buscan desarrollar agentes químicos más poderosos.
Se confirmó que se usó gas mostaza en una ciudad siria durante un ataque de Estado Islámico en agosto del 2015. Otras versiones no verificadas en Irak y Siria acusan al Estado Islámico de utilizar armas químicas.