La FDA, el ente regulador de medicamentos en EE.UU., anunció su decisión en un comunicado y especificó que la pastilla puede usarse para tratar casos moderados de COVID-19 en adultos y menores de 12 años con al menos 40 kilogramos de peso y cuya salud les ponga en riesgo de ser hospitalizados.
La pastilla de Pfizer es el primer tratamiento oral contra la COVID-19 que los estadounidenses podrán tomar en sus casas y se espera que se convierta en una herramienta crucial contra la pandemia, en un momento en el que los casos se han disparado por la variante ómicron.
Hasta ahora, todos los tratamientos en EE.UU. contra la COVID-19 se administraban a través de una inyección o por vía intravenosa.
La pastilla, que se venderá con el nombre de Paxlovid, solo podrá ser comprada con receta médica y los pacientes deben tomarla tan pronto como sepan que tienen la enfermedad, como máximo dentro de los cinco primeros días en que se hayan presentado síntomas.
Además, deberá tomarse dos veces el día durante unos cinco días, detalló la FDA en su comunicado.
La píldora funciona bloqueando la actividad de una encima específica que el coronavirus necesita para replicarse en el cuerpo infectado, un mecanismo similar al de la pastilla desarrollada por otra gran farmacéutica, MSD (Merck en EE.UU. y Canadá).
Se espera que la FDA también dé pronto su visto bueno a esa pastilla, aunque los datos muestran que la de Pfizer es más efectiva y tiene menos efectos secundarios.
En concreto, el ensayo clínico de Pfizer muestra que la pastilla redujo en un 89% de los casos las muertes y hospitalizaciones en pacientes con un alto riesgo de complicaciones y, además, sus datos más recientes confirman que el medicamento es un “inhibidor potente” ante la variante ómicron.
Pfizer ha dicho que está preparada para comenzar a distribuir inmediatamente sus pastillas y ha aumentado su producción de 80 a 120 millones en el año próximo.