Roof dijo en una confesión grabada luego de su arresto que el ataque del 17 de junio del año pasado era una represalia por los supuestos crímenes cometidos por los afrodescendientes contra los blancos.
“Alguien tenía que hacerlo porque, sabes, los negros están matando a los blancos todo el tiempo en la calle y están violando a las mujeres blancas”, dijo Roof, calmado y sin mostrar emociones, al oficial del FBI que lo interrogaba.
“Los ejecutó porque creía que no eran más que animales”, dijo el fiscal asistente Nathan Williams en sus alegatos finales este jueves en un tribunal federal de Charleston. “Sus acciones en la iglesia son el reflejo de la inmensidad de su odio”.
“Por cada ronda de municiones que descargó, por cada persona que mató, debe ser hallado culpable”, añadió el fiscal.
Luego de los alegatos finales, el jurado deliberó dos horas.
La matanza conmovió a la opinión pública nacional e internacional debido a que ensangrentó una iglesia que era símbolo de la lucha de los afrodescendientes contra la esclavitud.
Identificado por las cámaras de vigilancia, este solitario atacante que hacía la apología del nazismo y el apartheid fue detenido a la mañana siguiente de la masacre.
En la fase siguiente del juicio, en la que se definirá si será enviado al corredor de la muerte, Roof se ocupará personalmente de su propia defensa, según una petición expresa que hizo al juez.