La cadena indicó que se ha instruido la evacuación de los habitantes de Kagoshima, Kumamoto y Miyazaki en la región de Kyushu, en el sur del archipiélago.
El tifón Nanmadol se desplazaba con ráfagas de hasta 270 kilómetros por hora a su paso por la isla de Minami Daito, a 450 km al este de la de Okinawa, según la agencia meteorológica.
Se espera que el tifón toque tierra el domingo en Kyushu, en la provincia de Kagoshima, y que desde allí continúe hacia el norte, antes de dirigirse hacia la isla principal de Japón.
“Hay riesgo de tormentas sin precedentes, olas altas, marejadas ciclónicas y precipitaciones” abundantes, explicó Ryuta Kurora, jefe de la unidad de previsiones meteorológicas de la agencia.
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“Se pide máxima precaución”, agregó, al tiempo que instó los residentes que evacuen el área lo antes posible. “Este tifón es muy peligroso. El viento será tan feroz que algunas casas podrían derrumbarse”, reiteró, y advirtió que también se podrían producir inundaciones y deslizamientos de tierra.
Antes de la llegada del tifón Nanmadol, las cancelaciones de vuelos empezaron a afectar a los aeropuertos regionales, en especial los de Kagoshima, Miyazaki y Kumamoto, según los sitios en la red de Japan Airlines y All Nippon Airways.
Japón, inmerso actualmente en su temporada de tifones, se ve golpeado por unas 20 tormentas de este tipo cada año, pero los científicos afirman que el cambio climático está aumentando la gravedad de estos fenómenos y causando episodios extremos como olas de calor, sequías e inundaciones cada vez más frecuentes e intensos.
En 2019, el tifón Hagibis azotó Japón, que acogía el mundial de rugby, cobrando la vida de más de 100 personas. Un año antes, el tifón Jebi provocó el cierre del aeropuerto del Kansai en Osaka, y causó 14 víctimas mortales. En 2018, inundaciones y deslizamientos de tierra dejaron 200 muertos en el oeste de Japón durante la temporada de las lluvias.