El republicano sufrió la noche del jueves 9 de enero un último revés después de que cinco de los nueve magistrados de la Corte Suprema, de mayoría conservadora, rechazaron su recurso de urgencia para impedir el anuncio de la sentencia tras ser declarado culpable en mayo del 2024 por un jurado popular de 34 cargos de falsificación contable.
En nombre del magnate, su entonces abogado personal Michael Cohen abonó de su bolsillo US$ 130 mil para comprar el silencio de la exactriz de la industria pornográfica Stormy Daniels en la recta final de las elecciones de 2016 por una relación extramatrimonial, haciéndolos pasar como gastos legales.
El republicano de 78 años, que asumirá por segunda vez la Presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, asistirá a la audiencia prevista a las 9.30 hora local en el Tribunal de Distrito de Manhattan por videoconferencia.
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Aunque los cargos por los que ha sido condenado el expresidente (2017-2021) son susceptibles de hasta cuatro años de cárcel, el juez Juan Merchan anunció el 3 de enero que la sentencia será un “descargo incondicional”, una figura poco usual que mantiene la declaración de culpabilidad sin condena a cárcel, multa o libertad condicional, con el fin de finiquitar este asunto.
Pese a la condena simbólica, los abogados de Trump han tratado por todos los medios legales de que el futuro 47º presidente de Estados Unidos no sea sentenciado y el caso sea sobreseído invocando el fallo de la Corte Suprema, que en julio del 2024 decretó la inmunidad presidencial por actos oficiales.
La defensa de Trump alegaba que la inmunidad judicial concedida a un presidente en ejercicio debería extenderse a un presidente electo y así “evitar una grave injusticia y daño a la institución de la presidencia y las operaciones del gobierno federal”.
La revelación de una conversación telefónica de Trump con el magistrado conservador del tribunal supremo, Samuel Alito, había suscitado los temores sobre su supuesta influencia sobre la máxima autoridad judicial del país, en la que seis de los nueves jueces son conservadores, muchos nombrados por el propio expresidente.
Juzgado como ciudadano privado
El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, recordó en un escrito dirigido a los magistrados de dicha corte, divulgado el 9 de enero , que cuando Trump fue acusado, juzgado y condenado por una conducta que él admite que es totalmente no oficial era un ciudadano privado.
Ese mismo día, la jueza de la Corte de Apelaciones de Nueva York, Jenny Rivera, denegó otro recurso de la defensa del magnate para evitar la sentencia.
Dos días antes, otra jueza de una instancia menor de la Corte de Apelaciones de Manhattan había rechazado otro recurso de la defensa de Trump en el que argumentaban que debería posponerse la sentencia mientras apelaba la condena.
La sentencia de Trump ha sido pospuesta en varias ocasiones desde julio del 2024, a raíz de la decisión de la Corte Suprema. En septiembre, Merchan la volvió a retrasar para evitar interferencias con la campaña presidencial.
Tras su elección a principios de noviembre, una audiencia prevista para el 26 de noviembre se retrasó mientras el presidente electo y los fiscales de Manhattan discutían sobre cómo proceder ante la situación inédita de su reelección. Merchan la programó de nuevo para 10 días antes de la toma de posesión de Trump.
Este ha sido el único de los cuatro casos que pendían sobre Trump que lo ha sentado en el banquillo. Los otros tres en los que estaba inculpado, entre ellos por el supuesto intento de revertir el resultado de la elección presidencial de 2020 que perdió frente a Joe Biden, han quedado en suspenso tras su elección.