Dichos documentos, afirma el medio, describían las “capacidades nucleares” y “fuerza militar” de una “potencia extranjera”.
The Washington Post citó fuentes anónimas cercanas al caso, y aseguraron que los documentos, que fueron encontrados en la residencia del exmandatario en Mar-a-Largo, Florida tenían un nivel de confidencialidad “alta”.
Afirmaron que únicamente el exmandatario y otros miembros de su gabinete tenían la potestad de autorizar a otros miembros de su gobierno el acceso a dichos documentos.
Los informes no detallaban el país que se hacía mención acerca de su “capacidad nuclear”.
El FBI afirma que esos expedientes tuvieron una “alta probabilidad de ser ocultos” en un intento de obstruir su investigación hacia el exmandatario y su presunto mal manejo del material “clasificado”.
FBI seized material at Mar-a-Lago on a foreign nation’s military defenses, including its nuclear capabilities, people familiar say https://t.co/KTzh4ywflU
— The Washington Post (@washingtonpost) September 6, 2022
Incluso un expediente judicial del gobierno estadounidense afirmó que los documentos eran de un carácter “tan delicado” que “el personal de contraespionaje del FBI y los abogados del Departamento de Justicia que realizaban la revisión requirieron autorizaciones adicionales antes de que se les permitiera revisar ciertos documentos“.
El FBI allanó la casa de Donald Trump luego de realizar una revisión de registros “altamente clasificados” que el expresidente entregó a las autoridades en enero.
El abogado de Donald Trump también hizo entrega de otros 38 documentos clasificados, además de una declaración jurada sobre lo que representaban esos expedientes.
Además de los expedientes, se encontraron 15 cajas requisadas con otros 184 documentos clasificados como “confidenciales”, “secretos” y “ultra secretos”.