Los antieuropeos, como terroristas
La idea del gobierno era acabar con la posibilidad de una rebelión en sus filas conservadoras de unos diputados proeuropeos cada vez más descontentos con el nivel de escrutinio de las negociaciones que May está dispuesta a tolerar.
Uno de esos parlamentarios conservadores proeuropeos, la diputada Claire Perry, tildó de “terroristas” a los antieuropeos: “a veces siento que estoy sentada con colegas que son como yihadistas apoyando un Brexit duro” cuando dicen cosas como “¡no hay Brexit lo suficientemente duro! ¡Fuera, europeos diabólicos, no queremos que mancilléis nuestras puertas otra vez!” .
Más problemas para contener una rebelión está teniendo el Partido Laborista, primero de la oposición, cuyo líder, Jeremy Corbyn, apoyado por la militancia pero siempre cuestionado por sus diputados, tiene problemas para hacer acatar su orden de votar a favor de la ruptura.
Dos portavoces parlamentarios laboristas presentaron su dimisión incapaces de votar contra su conciencia y contra la mayoría de votantes de su circunscripciones, proeuropeas. En total, 47 diputados desoyeron las consignas de su líder y votaron en contra del proyecto de ley en su primera lectura.
A ellos se le sumaron los diputados nacionalistas escoceses y el más pequeño Partido Liberal Demócrata. Pero la suma de todos no puede vencer a la mayoría absoluta de diputados conservadores (329 de 650) .
El descontento de los escoceses
El martes, un día antes de la votación en Wesminster, el Parlamento escocés quiso airear su descontento y votó de manera abrumadora a favor de rechazar el Brexit, algo que no afectará al proceso de salida pero tensa más la relación con Londres.
Tras esta votación simbólica, el gobierno semiautónomo advirtió que Escocia, la más proeuropea de las regiones británicas, no será “humillada” .
El Brexit ha puesto sobre la mesa la posibilidad de un segundo referéndum de independencia, tras el que acabó con un “no” en el 2014.
Si se excluye a los indecisos, el 49% de los escoceses apoya la independencia mientras que un 51% quiere seguir en el Reino Unido, según un sondeo del instituto de opinión BMG para el diario escocés The Herald.
Un sondeo similar publicado el mes pasado daba a la independencia un apoyo de 45,5% y una oposición de 54,5%, casi los mismos resultados que en el referéndum de setiembre del 2014.