“Celebramos el Día Internacional de la Madre tierra para recordar que el planeta y sus ecosistemas nos dan la vida y el sustento”, detalla un comunicado de la ONU.
Según la Organización, “La alfabetización medioambiental y climática no es solo el motor que genera votantes concienciados por las cuestiones ecológicas y promueve legislación en este ámbito, sino que también acelera el desarrollo de tecnologías y empleos respetuosos con el medio ambiente”.
El Papa se pronuncia
El papa Francisco llamó hoy a proteger y no depredar el mundo con “contaminación y destrucción”, en la misma jornada en que se celebra el Día de la Tierra.
“Señor, sana nuestras vidas para que protejamos el mundo y no lo depredemos, para que sembremos belleza y no contaminación y destrucción”, dijo Jorge Bergoglio en su perfil de Twitter, traducido al español, inglés, francés, alemán, portugués, italiano, polaco, árabe y latín.
Sus palabras se producen el mismo día en el que la comunidad internacional conmemora el Día de la Tierra, con el que se trata de concienciar sobre la necesidad de preservar el medioambiente.
Honduras
Organizaciones ambientalistas públicas y privadas de Honduras han conmemorado hoy el “Día de la Tierra” con la siembra de miles de árboles en zonas urbanas y rurales para concienciar a la población sobre la importancia de cuidar el planeta.
A la cruzada también se han sumado estudiantes de escuelas y colegios, quienes en su mayoría iniciaron la siembra de árboles el viernes.
El ministro hondureño de Recursos Naturales y Ambiente, José Antonio Galdámez, destacó los efectos que sufre el país a causa del cambio climático, un problema que en su opinión se debe enfrentar “unidos” para salvar al planeta.
“Muchos no tienen conciencia de la importancia de los árboles para que tengamos agua y aire”, dijo el agrónomo Napoleón Corrales, mientras subía a su vehículo 50 pequeños árboles de pino para irlos a sembrar al extremo oriental de Tegucigalpa donde en marzo un incendio forestal consumió más de 500 hectáreas de bosque.
República Dominicana
El Día de la Tierra, fecha que prácticamente pasa desapercibida para las autoridades, grupos ecologistas y la sociedad en general.
Una de las voces que se dejó sentir fue la de un catedrático universitario, quien sugirió que los 10 millones de dominicanos sembraran un árbol para asumir así un compromiso “con su propia conciencia” en la defensa de la tierra, el ambiente y la naturaleza.
El vicedecano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Augusto Bravo, abogó por que los ciudadanos asuman mayor disciplina y responsabilidad colectiva para poder alcanzar ciertos estadios de desarrollo en el país.
Asimismo, instó a esa academia a reasumir la disposición que creaba el compromiso de que cada estudiante al término de su carrera universitaria, además de finalizado su programa de asignaturas y realizado su investigación de grado, tenía el requisito adicional previo, a su graduación, de sembrar un árbol en jornadas que de algún modo beneficiaban el país.
Panamá
Panamá se sumó a la comunidad internacional en la conmemoración del Día de la Tierra con festivales, la recolección de desechos, siembra de árboles y mensajes sobre la permanente responsabilidad de todos de preservar el planeta.
Personal del Ministerio de Ambiente, de la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), de aseo metropolitano, entre otros, amanecieron recogiendo desechos del manglar de Panamá Viejo, un sitio estratégico para proteger de inundaciones la costa de la capital y que es defendido por los ambientalistas desde hace décadas.
“Encontramos el Manglar de Panamá Viejo abarrotado de plástico Nuestra gente barriendo con todo #DíaMundialDeLaTierra @MiAmbientePma”, expresó la ARAP en su cuenta en Twitter.
“Estudios en otros países demuestran que el auto particular está estacionado de 21 a 24 horas diarias. A su vez, un tercio de la tierra urbana está dedicada a lugares de estacionamiento y este lugar de estacionamiento beneficia a una sola persona, el dueño del auto”, razona la Alcaldía en un mensaje y da fe que “Panamá no escapa a esa realidad”.