Las imágenes dieron la vuelta al mundo: caravanas con miles de mujeres, hombres y niños que partieron a pie en busca de una vida mejor en Estados Unidos. Huyen de sus tierras natales de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua del hambre, la pobreza y la violencia.
DEUTSCHE WELLE
Huyendo de Honduras a Alemania
Cientos de miles de personas de América Central huyen cada año del hambre, la pobreza y la violencia. La mayoría de ellos se dirige hacia Estados Unidos. Pero algunos también buscan protección en Alemania.
La migración de América Central a EE.UU. se ha convertido desde hace mucho tiempo en un éxodo masivo, pero cada vez es más difícil y peligroso para los migrantes llegar a Estados Unidos. Bajo la presión de Washington, el gobierno mexicano ha enviado numerosas unidades de la recién creada Guardia Nacional a su frontera sur con Guatemala, para frenar el flujo de migrantes hacia el norte.
Estados Unidos también ha endurecido aún más las regulaciones de asilo para los centroamericanos.
En consecuencia, algunos huyen por la peligrosa ruta hacia Estados unidos, sino que optan por buscar refugio en Europa. Según Eurostat, el número de solicitudes de asilo de centroamericanos en la UE se ha multiplicado por más de diez en los últimos cuatro años, aunque las cifras absolutas siguen siendo muy bajas: mientras que en 2015 solo unas 900 personas de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua solicitaron asilo en la UE, en 2018 la cifra había aumentado a poco más de 10.000.
Según Eurostat, la mayoría de estos solicitantes se encuentran en España, Italia y, en cierta medida, en Suecia. Según la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF), solo 65 personas de esos cuatro países centroamericanos solicitaron asilo a las autoridades alemanas en 2018, frente a 142 en el primer semestre de 2019.
Refugio en Alemania
Uno de ellos es Darwin Sánchez. Junto con su esposa y su hija de 11 años, el hondureño huyó de su tierra natal porque se enfrentaba a la amenaza de una larga pena de prisión. En 2017, el joven de 33 años y sus compañeros ocuparon un edificio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en Choluteca y organizaron manifestaciones para una mayor autonomía de los estudiantes. Ahora lo quieren juzgar. “Los que exigen sus derechos no deben ser castigados”, dice Sánchez.
“Nosotros como familia hemos decidido venir a Alemania porque creemos que Alemania respeta los derechos humanos y nos atenderá como personas perseguidas”. A principios de abril Sánchez llegó a Alemania con su familia, y presentó una petición de asilo.
Dennis Muñoz ya ha dado este paso. El activista hondureño de derechos humanos y candidato parlamentario de la oposición tuvo que abandonar su patria en 2017 después de que su padre, un político local, fue asesinado.
Cuando el hermano de Muñoz comenzó a investigar la muerte de su padre, también fue asesinado. Sólo unos meses después de su llegada a Alemania, Muñoz fue reconocido por las autoridades alemanas como refugiado político. Hoy ayuda a otros migrantes hondureños en el proceso de solicitar asilo político en Alemania.
Su caso concreto, sin embargo, es más bien la excepción, según Muñoz. La mayoría de los hondureños que llegan a Alemania huyen de las pandillas juveniles criminales que controlan barrios enteros y extorsionan a sus habitantes, dice Muñoz.
Solicitar asilo en Alemania
Pero solicitar asilo en Alemania debido a esta amenaza no es muy prometedor: “Sólo un porcentaje muy pequeño de inmigrantes tiene una posibilidad real de obtener asilo político”, dice Muñoz. No obstante, muchos presentan una solicitud, que suele ser rechazada, aunque en realidad tendrían derecho a la protección subsidiaria.
Según el BAMF, se trata de reglas jurídicas que entran en vigor cuando no se puede conceder el estatus de protección al refugiado ni el derecho de asilo, pero el solicitante sigue corriendo el riesgo de sufrir daños graves en su país de origen.
Hace unos días, el activista estudiantil hondureño Darwin Sánchez recibió la respuesta a su solicitud de asilo: fue negativa. Mediante un abogado, apelará contra la sentencia.
Mientras tanto, Dennis Muñoz, junto con otros migrantes hondureños, organiza una exposición itinerante para proporcionar información sobre el crimen, la corrupción, la situación de los derechos humanos y el contrabando de drogas en su país de origen. Espera contribuir así a que muchos alemanes entiendan mejor por qué él y sus compatriotas huyen de su patria para buscar protección en Alemania.