En términos de volumen, “los Panama Papers son probablemente la mayor filtración de información confidencial de la historia” , según ICIJ.
Los documentos, que involucran a unas 214.000 empresas offshore, provienen del estudio jurídico Mossack Fonseca, con sede en Panamá y oficinas en más de 35 países.
Están implicadas en ellos al menos 140 personas relacionadas con personalidades mundiales, desde asistentes del presidente ruso Vladimir Putin a familiares del mandatario chino Xi Jinping, celebridades deportivas y estrellas de cine.
Fundado en 1997 por el periodista estadounidense Chuck Lewis y con sede de bajo perfil en Washington, el ICIJ es una organización sin fines de lucro, con una reducida dotación de colaboradores, financiada por fundaciones y donaciones privadas, según su sitio web, icij.org.
El ICIJ es dirigido actualmente por el periodista australiano Gerard Ryle, quien emigró a Estados Unidos en 2011 tras recibir 2.5 millones de archivos digitales, un tesoro que derivó en datos sobre 120.000 empresas domiciliadas en paraísos fiscales, en las que estarían implicadas unas 130.000 personas.
Siguiendo el modelo de WikiLeaks, el sitio que ganó notoriedad mundial publicando millones de cables diplomáticos filtrados, ICIJ se basó en respetados medios de prensa internacionales, como Le Monde, The South China Morning Post, la BBC, el Washington Post, Folha de Sao Paulo y el Sueddeutsche Zeitung para clasificar la información.
“La globalización y el desarrollo imponen una extraordinaria presión sobre las sociedades humanas, que implican amenazas sin precedentes por parte de industrias contaminantes, redes transnacionales del crimen, estados paria y acciones de poderosas figuras en los negocios y el gobierno” , advierte el ICIJ en su sitio web.
Sus equipos lograron exponer operaciones de “contrabando por parte de compañías multinacionales del tabaco y grupos del crimen organizado, investigaron asociaciones militares privadas, compañías (que trabajan con) asbestos y lobistas en (el sector del) cambio climático, innovando con la publicación de detalles sobre contratos para la guerra en Irak y Afganistán” , agrega.
En abril del 2013, el ICIJ subió a internet una guía “whos who” de individuos y entidades que ocultaban su dinero en paraísos fiscales, describiendo la primicia como “probablemente la mayor colaboración periodística internacional de la historia” hasta ese momento.
“Offshore leaks” expuso la identidad de miles de titulares de cuentas en paraísos fiscales. Entre ellos estaba la familia del presidente de Azerbayán, Ilham Aliyev; el tesorero de la campaña electoral del 2012 de Franois Hollande, Jean-Jacques Augier, y la esposa de Igor Shuvalov, un hombre de negocios cercano al presidente ruso, Vladimir Putin.
En enero del 2014, el ICIJ registró otra primicia, con revelaciones de que la élite china también estaba depositando su dinero en cuentas en paraísos fiscales.
En noviembre del 2014, el consorcio reveló “LuxLeaks” , filtrando documentos que mostraban que cientos de las mayores empresas mundiales, incluyendo AIG, Amazon, Apple, IKEA, Pepsi y Verizon habían alcanzado un acuerdo con Luxemburgo para evadir miles de millones de dólares en impuestos.
Finalmente, en febrero del 2015, el ICIJ hizo público “SwissLeaks” , revelando un esquema que habría beneficiado a clientes de la sucursal suiza del gigante bancario HSBC para evadir impuestos en cuentas por 119 mil millones de dólares.
El procedimiento fue revelado en base a archivos robados en el 2007 por un empleado que contenían información sobre más de cien mil clientes.