Nuevo actor
Después que Cunha entregue la aprobación del proceso de destitución en el Senado, el proceso pasa a las manos de su titular, Renan Calheiros, también del PMDB pero que hasta ahora no se ha declarado abiertamente enemigo de Rousseff.
“El proceso sale de las manos de Cunha y pasa a las de Calheiros, que es otro actor con una relación de autonomía con el propio Temer y un poco más cercano a Dilma que Cunha” , explicó a la AFP Diego Werneck, especialista en Derecho Público de la universidad FGV.
Calheiros garantizó estos días que conduciría el proceso “con exención, con responsabilidad, con independencia” .
Rousseff, de la mano de su antecesor y mentor Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) , seguirá lo que ha llamado su “lucha” contra el “golpe de Estado” .
Lula, figura emblemática del hoy maltrecho ciclo de gobiernos de izquierda en la región, lideró las fracasadas negociaciones con partidos secundarios, a los que ofreció integrar la vasta maquinaria gubernamental brasileña a cambio de apoyos a Rousseff.
Al final de la sesión, el voto contra el proceso de destitución ganó en tres estados: Bahía, Amapá y Ceará.
“Reconocemos la derrota pero con la cabeza erguida” , afirmó el jefe de la bancada del PT en la Cámara de Diputados, José Guimaraes.
Esta semana, la corte suprema debe decidir finalmente si autoriza o no a Lula para asumir la jefatura del gabinete de Rousseff, desde donde podrá hacer una mejor articulación política. Hoy trabaja entre bastidores.
Sin importar la decisión del Supremo, las negociaciones continuarán de cualquier modo en la Cámara alta.
No obstante, la última proyección del diario O Estado sobre la votación en el Senado no es favorable para la mandataria: 45 a favor del proceso de destitución frente a 21 en contra.
“Es difícil que el Senado vaya contra la decisión de los diputados” , estimó el analista político André Cesar.
Autorizan juicio de destitución de Rousseff
Los diputados brasileños votaron el domingo por la apertura de juicio de la presidenta Dilma Rousseff, heredera de Lula da Silva, sumiendo en la incertidumbre política a la principal economía latinoamericana, golpeada ya por la recesión.
El Sí al impeachment recogió más de los 342 votos necesarios (dos tercios del total) para aprobar la moción de destitución. Al finalm el Sí obtuvo 367 votos y el No 137.
Decenas de miles de opositores de Rousseff que seguían la sesión por pantallas gigantes en las principales ciudades del país estallaron de júbilo cuando el diputado Bruno Araújo anunció por micrófono el voto que selló el resultado final.
“Qué honor que el destino me ha reservado, de que de mi voz saliera el grito de esperanza de millones de brasileños” , dijo el legislador del PSDB (partido de Aecio Neves, derrotado en las urnas por Rousseff en 2014), antes de dar su “Sí por el futuro de Rousseff”.
La apertura de un juicio político de la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT) debe ser ratificada aún por el Senado.
En ese caso, asumiría el poder el vicepresidente Michel Temer, inicialmente por un periodo máximo de seis meses, pero completaría el mandato hasta 2018 si los senadores declararan finalmente culpable a Rousseff, acusada de manipulación de las cuentas públicas.
Rousseff, de 68 años, niega esas acusaciones, y las atribuye a una conspiración orquestada por Temer y por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien a su vez está acusado por corrupción.
El líder del PT en la Cámara, José Guimaraes, dijo que “los golpistas vencieron aquí en la Cámara” , pero “esta derrota provisoria no significa que terminó la guerra”.
¿Fin del “lulismo”?
En Brasilia, los miembros del PT y de movimientos sociales que seguían la votación por pantallas gigantes se retiraban abatidos.
Del otro lado del muro de un km tendido a lo largo de la explanada de los ministerios, los partidarios del impeachment estallaron en cambio en un solo grito de alegría cuando se anunció el voto 342.
El voto del domingo podría mostrar la puerta de salida al “lulismo”, del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), figura emblemática del hoy maltrecho ciclo de gobiernos de izquierda en la región.
“Para combatir el proyecto de poder y corrupción de Lula y el PT (…), voto sí por el impeachment”, dijo al anunciar su voto el diputado Luiz Heinze, del PP, un partido que hasta la semana pasada era aliado del PT.
La crisis política brasileña, que se potencia con la peor recesión sufrida por el país desde 1930, es observada con preocupación por el resto del mundo, a menos de cuatro meses de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río.
El día después
Tanto Temer como Rousseff proponen un “pacto” nacional para apaciguar al país y sacarlo de la recesión, pero el camino se anuncia espinoso.
“Independientemente del resultado, la crisis va a continuar, e incluso se agravará, porque el lado perdedor va a utilizar todos los instrumentos para boicotear a los ganadores. En cualquier caso, Brasil amanecerá peor mañana”, dijo el analista político André César.
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La sustituiría su vicepresidente Michel Temer, quien podría gobernar hasta fines del 2018, cuando finaliza el mandato, si los propios senadores declaran a Rousseff culpable en un plazo de 180 días.
La crisis política brasileña tiene en vilo a América Latina y es observada con preocupación por el resto del mundo, a menos de cuatro meses de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río.
Vencedores y vencidos
Rousseff niega los cargos que se le imputan y los atribuye a una conspiración liderada por Temer y el jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, ambos del partido centrista PMDB.
Temer ya está ensayando el traje de presidente. El sábado recibió a más de cien responsables políticos en su residencia oficial en Brasilia, tratando de amarrar los votos que podrían revertir la tendencia favorable que las encuestas le anuncian en las últimas horas.
Durante la jornada, en un mensaje por twitter, salió al cruce de acusaciones de Rousseff para negar terminantemente tener la intención de acabar con planes sociales emblemáticos de los gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) y de su sucesora.
A inicios de la semana, en un audio difundido involuntariamente, según dijo, llamó a formar un “gobierno de salvación nacional” y a realizar “sacrificios” para sacar al país de una recesión que entra en su segundo año.
También Rousseff dijo que, de sobrevivir al impeachment, propondría un “pacto” a todas las fuerzas políticas, para que Brasil pueda salir del pozo.
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Pero la crisis actual polarizó al país hasta un punto que por momentos lo vuelve irreconocible para los propios brasileños.
“Sea cual sea la decisión de la Cámara, las heridas dejadas por estos meses de confrontación no cicatrizarán tan rápido”, escribió el cineasta Cacá Diegues el domingo en el diario o Globo.
Sin contar que los derrotados no están dispuestos a bajar los brazos. Cunha amenazó con abrir otros juicios de destitución contra Rousseff, si la actual propuesta es rechazada. Y el PT y varios movimientos sociales no piensan darle tregua a Temer en caso de que “el golpe” triunfe.
Rousseff, con una popularidad en sus mínimos históricos (en torno al 10%) , nombró a Lula jefe de gabinete para articular las negociaciones que le permitan superar el trance parlamentario.
Pero Lula no pudo asumir el cargo, a causa de una orden judicial relacionada con sospechas de que pudo haberse beneficiado de las redes de corrupción de Petrobras.
Tomar las calles
Las fuerzas de seguridad movilizaron a miles de efectivos en la que se anuncia como una de las jornadas más dramáticas de la historia de la democracia brasileña.
En Brasilia, donde se espera a unos 300 mil manifestantes, las autoridades tendieron una valla metálica de casi un kilómetro que parte en dos la explanada de los ministerios.
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Unos cuatro mil integrantes de las fuerzas de seguridad fueron movilizados en la capital.
El domingo por la mañana, los agentes revisaban los bolsos de los primeros manifestantes que llegaban al lugar, y los separaban según afinidades: a la derecha de la valla metálica (mirando hacia el Congreso) los opositores, a la izquierda los partidarios de Rousseff.
En la monumental arteria el ambiente se animó con más fuerza hacia el atardecer del sábado, cuando cientos de manifestantes vestidos de verde y amarillo cantaban y proclamaban consignas contra el gobierno y el PT.
“Fuera Dilma, fuera PT!” , “La robadera del PT está acabando”, cantaban a voz en cuello.
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Otras manifestaciones se preparan en Río de Janeiro y Sao Paulo.
En Río, tendrán por teatro Copacabana, con una división horaria: la playa será de los anti-impeachment de 9 a 13 hora local y de los pro-impeachment de 15 a 19 hora local.